Desde que llegó a Desafío a la fama (Ecuavisa), Mauro Falcón, más conocido en redes sociales como Kachafa, demostró lo que más le gusta hacer: beatbox, bromear e imitar voces, un talento que trataba de mantener oculto, tal como contó en una entrevista con el Canal del cerro.
En el primer día del reality show, que arrancó el lunes 25 de septiembre, cuando de uno en uno los participantes ingresaron a la casa estudio donde tienen que convivir 24/7 durante tres meses, Kachafa lo hizo a su estilo, emitiendo su característico beatbox y humor con el que se ha hecho popular. Incluso, en los últimos capítulos de la competencia se observó cuando intentó enseñar esta técnica a la influencer Carla Bucaram, también participante.
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Kachafa es un creador de videos humorísticos que cuenta con más 64.6 mil seguidores en Instagram y 464.4 mil en TikTok. Entres su clips, tiene tres series de humor que ha llamado Soy guayaco (con curiosidades sobre los guayaquileños), Urba vs. barrio (comparaciones entre estratos socioeconómicos) y Maldita, en el que se burla de los estereotipos de las relaciones sentimentales. En estos seriados además aparecen otras figuras digitales, como los actores Eduardo Maruri, Viviana Salame, Diego Murtinho, entre otros.
Justamente ayer el influencer celebró su cumpleaños número 27, compartiendo en redes sociales un clip que preparó su mamá, con una torta de cumpleaños y un topper con su edad. En el video se aprecia a los familiares del joven, quienes mandan sus saludos a la distancia y por supuesto, su incondicional apoyo para el concurso.
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Además de su colaboración con Bucaram, Falcón fue parte de otro momento clave dentro de la residencia donde están hospedados los participantes del programa. La semana pasada, el concursante Sebastián Tamayo y él abordaron a su compañera Emma Guerrero sobre un video de contenido sexual que se viralizó hace un poco más de tres años y que ella protagonizó junto con el actor venezolano José Ramón Barreto.
Kachafa le preguntó si había secuelas en su vida tras esa filtración, sin embargo, Guerrero, en otro ambiente de la vivienda, reconoció que esa charla esa charla se había sentido como una “violación masiva”. (E)