Este verano, Puerto Rico se convirtió en el centro de atención gracias a los 30 conciertos de Bad Bunny en el Coliseo José Miguel Agrelot. Desde el 11 de julio, con boletos agotados en cada función, la residencia atrajo no solo a miles de seguidores, sino también a personalidades del deporte, la música y el cine que subieron al escenario para compartir con el artista.