Al día siguiente de una loca noche de fiesta, el actor Michael J. Fox se despertó y vio que su dedo meñique se movía por sí solo. “Me desperté con una resaca feroz, y me di cuenta de que mi meñique se había autoanimado”.

En un documental, el actor a quien con solo 29 años le diagnosticaron Parkinson rememora estos más de 30 años con la enfermedad, para la que sin embargo él cree habrá una cura pronto.

Michael J. Fox se convirtió en una gran estrella gracias a la serie “Family Ties” y a la saga cinematográfica “Back to the Future”. Eso y el inicio de la enfermedad lo cuenta en un documental que se estrenó ayer viernes y que “es, sobre todo, divertido”, asegura el actor.

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El diagnóstico le hizo entrar en una espiral de consumo de pastillas y alcohol del que logró salir con el apoyo de su esposa, Tracy Pollan, que interpretaba a su novia en la serie y con la que este verano cumplirá 35 años de matrimonio.

El temblor era un mensaje. Ni la fantasía más paranoica que se me hubiera ocurrido podría haberme preparado para las palabras que el neurólogo me dijo aquel día: enfermedad de Parkinson. Le respondí: ‘Sabe con quién está hablando, ¿verdad? No soy alguien a quien se supone que le tiene que pasar esto’. Dijo algunas palabras más como ‘progresivo, degenerativo, incurable’. Agregó, ‘Pierdes esto. Pierdes este juego. Esto no se gana’. Recuerdo que me quedé en la calle buscando una respuesta.

Protagonistas del Volver al futuro revivieron experiencias en su reciente encuentro

Desde aquel 1991 en el que supo que tenía Parkinson, el actor nacido en Canadá y nacionalizado estadounidense, siguió trabajando -memorable es su personaje del abogado Louis Canning en “The Good Fight”- y ha usado el humor para enfrentarse a todo porque considera que “la risa es la mayor herramienta”.

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“Claro que en la vida todo tiene su parte de estrés, de venirte abajo o de tristeza, pero me interesa buscar la parte divertida de las cosas, el humor es lo universalmente humano, y eso es muy poderoso”, explica el actor en una conferencia virtual sobre su documental, que está en la plataforma Apple TV.

Icono para los espectadores de los años 80 y 90, el actor de 61 años asegura que todo lo que ha vivido, incluida la enfermedad que padece desde los 29 años, ha “fomentado sus sentimientos y la creatividad necesaria para contar historias”, aunque sean sobre él mismo.

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La cinta, presentada en el festival de cine y música South by Southwest en Austin (Texas), aborda más de cuatro décadas, desde que aterrizara con dieciocho años recién cumplidos en Los Ángeles para buscarse la vida como actor sin apenas dinero y formación.

El actor ha tenido “mucho tiempo para reflexionar sobre historias vividas y pensar en cómo contarlas”. En la cinta, Fox, que fue diagnosticado a comienzos de los noventa mientras rodaba la tercera parte de la trilogía “Back to the Future” y con un perfil mediático en pleno apogeo, huye del victimismo a la hora de abordar una enfermedad con la que convive desde hace 35 años.

Tipo película de los 80

“Estaba tremendamente emocionado con la idea de hacer un documental que fuera como una película de los 80; divertido, con gran música y estética marcada, algo diferente a lo que suele verse ahora en pantalla”, afirma por su parte David Guggenheim, que dirige la cinta y considera a Fox “un auténtico genio”.

Para el director, Fox es una persona de naturaleza divertida, y también alguien con quien el espectador puede empatizar de forma fácil, como ha mostrado ya en libros como “Un hombre afortunado” o “No hay mejor momento que el futuro”. “Antes de leerle, me sentía apático, hasta que encontré su historia; está lleno de optimismo, y claro que en su historia hay dolor, pero su actitud es la de buscar las partes brillantes de la vida”.

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Guggenheim evita encasillar la película en un único mensaje, para dejarla a la interpretación de los espectadores, aunque sí resalta el tono optimista. “La primera conversación que tuve con Michael me marcó, porque dejaba clara una cosa, y es que huye de la violencia; hay problemas, pero nunca hay violencia en sus historias”.

Pese a haberse convertido en un icono por sus interpretaciones y aunque tiene claro que “evidentemente ‘Back to the Future’ fue un punto esencial” en su vida, es otro aspecto el que ha marcado a Fox en su trayectoria. “Me ha marcado más toda la gente con la que he trabajado, al final yo solo hago películas, no podría decir otra cosa”. (I)