Carabanchel fue testigo del nacimiento de una estrella del fútbol femenino. Este es uno de los 21 distritos que conforman la ciudad de Madrid y es exactamente el mismo sitio en el que se crio Jenni Hermoso, la futbolista de 33 años que se coronó junto a su selección como campeona en el Mundial de Fútbol de la FIFA en Australia.
Desde su infancia conoció la pasión por el fútbol y con ayuda de su abuelo tuvo contacto con la esfera en las calles del barrio al sur de la capital, un lugar del que nunca se quiso mudar y al que siempre retorna cada vez que puede, sobre todo ahora que juega en México.
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“Estoy súper orgullosa de ser de barrio, esos momentos me han hecho ser la futbolista que soy hoy”, declaró a La 1 el pasado 20 de agosto poco antes del partido final ante Inglaterra y cuyo título recayó en su país, el primer triunfo para selección femenina de fútbol, recuerda La Razón.
La centrocampista del Pachuca Femenil de la Liga MX Femenil de México ahora está de regreso a su natal España y a sus raíces.
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En medio de toda la polémica que gira en torno a su nombre por el beso no consentido que le dio Luis Rubiales, el suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la prensa captó a Jenni Hermoso cuando salía del complejo de apartamentos en Carabanchel.
La futbolista se notaba tranquila mientras caminaba hacia su vehículo escoltado por su hermano Rafa, pero muy cautelosa al momento de pronunciar contadas palabras a los periodistas, pues solo se le alcanzó a escuchar un “mucho, mucho” cuando le consultaron si estaba agradecida por las manifestaciones de apoyo que ha recibido en los últimos días, según imágenes difundidas por 20 Minutos.
Previo a este encuentro con la prensa, la cámara de Europa Press ya estaba en vigilancia en el domicilio familiar donde creció Hermoso y donde dio sus primeros toques a un balón.
Allí estaba su madre, doña Marisol, quien emprendió una rápida huida al notar la cercanía de una periodista y mientras la grababan. “No vamos a decir nada, perdonadme pero no”, dijo al ser consultada sobre el tema de Luis Rubiales, según se aprecia en el video que compartió Semana.
La madre de Jenni Hermoso se negó a declarar mientras intentaba rápidamente acceder al interior del edificio con grandes columnas de aparentes ladrillos rojos, algunos de ellos rallados con grafitis. Afuera la acompañaba Andy, la mascota de Jenni Hermoso y la más clara señal de que la futbolista está en España.
No admitió si Jenni estaba en casa o si hablaría con la prensa más adelante, lo que sí quedó claro es el origen humilde de la máxima goleadora de “la roja” quien al día de hoy se considera como la tercera jugadora mejor pagada del fútbol español, según Vanity Fair. (E)
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