A sus 49 años, Sam Worthington sorprendió por su preparación física para encarnar nuevamente al soldado convertido en Na’vi Jake Sully en Avatar: Fuego y cenizas.
Lejos de buscar un cuerpo perfecto para las cámaras o alimentar tendencias fitness, el actor australiano se comprometió con una rutina intensa orientada a cumplir las demandas físicas del papel.
Worthington, conocido por mantener un perfil bajo y evitar exhibir su físico en redes sociales, explicó que su entrenamiento siempre estuvo motivado por las exigencias del trabajo, no por vanidad. Según él mismo ha dicho: “Entrenar porque el trabajo lo exige, no porque la gente quiera verte sin camiseta”.
Publicidad
La preparación incluyó jornadas muy exigentes. Durante el rodaje de la primera película de la saga, Worthington llegó a dedicar entre cinco y seis horas al día a entrenar, estructurando su día en varias sesiones que combinaban ejercicio con descanso y alimentación. En palabras suyas: “Me levantaba, entrenaba dos horas, comía y dormía un rato. Luego volvía a entrenar con pesas, comía y volvía a dormir. Al terminar, era un tanque”.
A partir de la segunda entrega, Avatar: El camino del agua, el enfoque cambió. La exigencia física ya no se trató únicamente de ganar músculo, sino de preparar el cuerpo para retos como el control de la respiración bajo el agua, mejorar la coordinación y ejecutar acrobacias subacuáticas. El entrenamiento pasó de centrarse en la masa muscular a trabajar la capacidad atlética total que el rodaje requiere.
En cuanto a la alimentación, Worthington mantuvo un enfoque pragmático. No siguió dietas extremas ni planes rígidos, sino que priorizó comer lo necesario para soportar la alta demanda energética del entrenamiento, dando prioridad a proteínas para la recuperación y carbohidratos como fuente de energía.
Publicidad
Otro aspecto destacado de su preparación fue el cambio en su estilo de vida. Worthington ha sido abierto sobre cómo la sobriedad y una vida equilibrada le han permitido sostener el rendimiento físico y su papel protagonista en la saga durante más de quince años.
Y para fortalecer su cuerpo de forma integral para esta tercera entrega, el entrenamiento diario de Worthington incluyó ejercicios variados como abdominales, elevaciones laterales, sentadillas con barra, curls martillo, giros rusos, press de banca inclinado, elevación de rodillas colgado, fondos de tríceps y remo con mancuernas, buscando no solo hipertrofia sino también resistencia y funcionalidad para las exigencias del set. (E)




























