El Museo Nacional del Prado decidió que un cuadro ecuatoriano sea la imagen oficial de su exposición denominada Tornaviaje. Arte iberoamericano en España, que se inauguró el martes pasado en Madrid. Se trata del retrato Los tres mulatos de Esmeraldas, realizada por Andrés Sánchez Gallque, pintor ecuatoriano del siglo XVI.

Ivette Celi, museóloga y ex directora del Museo Nacional del Ecuador, señala que es una obra de la Real Audiencia de Quito que nos representa. “Que esa imagen sea la portada de la nueva exposición sobre la hispanidad que está llevando a cabo el Museo del Prado, me parece que es un motivo para alegrarnos como país, para además estar pendientes de que los estudios de conexiones que hacen los museos, da mucha más importancia a estos aspectos de interrelación entre instituciones”, expresa Celi, quien fue parte de la llegada de la obra a Ecuador en el 2019, para ser expuesta en el MUNA, por primera vez 420 años después de su elaboración en 1599.

El óleo sobre lienzo del año 1599 lleva retratado a D. Francisco de Arobe, de 56 años de edad, y sus hijos: Pedro, de 22 años, y Domingo, de 18 años. Según la inscripción del pintor, la imagen ampliada del rostro de Pedro recorre las calles del Paseo del Prado y del Paseo de la Castellana de la capital española.

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Estos tres personajes, mulatos libertos y cimarrones, llegaron a Quito en ese año para generar un pacto con la corona española, con el objetivo de que esta pudiera tener acceso a la bahía de San Mateo, en la actual provincia de Esmeraldas, en el noroeste de Ecuador.

De esta manera, el retrato evidencia el reconocimiento de estos descendientes de esclavos alzados, como gobernadores de una extensa región. “Sabemos que la población afrodescendiente que se asentó en esta tierra es la única que no llega en condición de esclavos, sino que llega en condición de libertos, porque naufragaron de las Costas del Pacífico y llegan a tierra americana como libertos, entonces ese pacto que realizan con la corona española es un detonante específico del contexto territorial que se vivía en aquella época, en medio de todo el proceso de conquista”, explica Celi.

Su importancia radica, además de ser una obra que marcó el inicio de la historia del arte colonial ecuatoriano, en que se la conoce como el primer retrato en vivo que se hace en aquella época.

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“Hay que tomar en cuenta que tal vez es el único retrato en vivo que se hace en América en esa época, en 1599. Estamos hablando de una época muy compleja y de un contexto social y de decisiones políticas también muy complejas, por eso el retrato llama tanto la atención, de ver a estos caballeros esmeraldeños”, señala Celi.

Es por eso que ella prefiere llamarla ‘Los tres caballeros de Esmeraldas’. “Es como figuran realmente en la escena artística del cuadro, en el contexto de la pintura”, dice

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La obra fue encargada por el juez principal de la Audiencia de Quito, Juan del Barrio, como regalo para Felipe III.

El cuadro, calificado como un óleo colonial, es fruto del periodo virreinal temprano del artista indígena. Actualmente pertenece a la colección del Museo de América de Madrid.

Sánchez fue uno de los primeros alumnos de la Escuela de Artes y Oficios establecida por el franciscano flamenco fray Jodoco Ricke en 1552 en el gran convento de San Francisco de Quito, la primera de este tipo creada en toda Sudamérica. Se dedicó tanto a la pintura religiosa como al retrato.

La muestra en el Museo del Prado incluye más de un centenar de obras americanas conservadas desde hace siglos en instituciones culturales y religiosas españolas. “El recorrido ofrece al visitante la posibilidad de conocer la cultura de los virreinatos americanos, teniendo en cuenta sus valores simbólicos e iconográficos, así como aquellos que les otorgaron las sociedades receptoras”, describe el comunicado del museo.

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La exposición fue inaugurada por el rey Felipe VI junto con el cuerpo diplomático iberoamericano el pasado 5 de octubre y estará abierta hasta el 13 de febrero de 2022. (I)