El signo de puntuación que parece una coma no se denomina apóstrofe sino apóstrofo. Se ubica en la parte superior de la línea (’).

El apóstrofo se usa para reflejar en la escritura las elisiones de sonido que se producen al articular ciertas palabras: Vamos p’al granero.

No se debe emplear cuando se omiten números, por ejemplo, las primeras cifras de los años: Nació en el ‘79. Ese automóvil es del ‘60. En estos casos se escriben solamente las dos últimas cifras o el año completo: Nació en el 79. Nació en 1979. Ese automóvil es del 62. Ese automóvil es de 1962.

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Tampoco debe usarse para marcar el plural en las décadas o en las siglas. De ahí que son incorrectos estos ejemplos: La generación de los 70′s. Tiene varios CD’s con música clásica. Correctos: La generación de los 70. Tiene varios CD con música clásica.

El apóstrofe es una figura literaria de diálogo que se usa para dirigirse en tono emocionado a personas imaginarias o fallecidas; también, a cosas y animales: ¡Oh, lluvia, riega los prados con tu frescura! Apóstrofe, asimismo, es un dicterio o insulto: Compórtate, ¡no digas apóstrofes!

En resumen, no nos confundamos con la estructura de estas palabras, pues aunque tienen sonido similar, se refieren a diferentes asuntos: el apóstrofo es un signo de puntuación; el apóstrofe, una figura literaria de diálogo y un dicterio. (Actualizado de La esquina del idioma, 31/3/2019). (F)

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FUENTES:

Diccionario de la lengua española, Diccionario panhispánico de dudas y Ortografía de la lengua española (versiones electrónicas), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.