Dice ser un guayaquileño a veces a regañadientes, pero se honra en llevar el espíritu de lucha de los habitantes de esta ciudad. “Yo nunca veo guayaquileños que se den por vencido; siempre están allí guerreando, de una u otra manera, en todos los ámbitos. Somos personas superrecursivas. Nosotros la sacamos adelante siempre”, describe Arnaldo Gálvez desde su sala en la Casa Cino Fabiani, situada en la tradicional calle Numa Pompilio Llona, en el barrio Las Peñas. Ingresar al lugar, que le perteneció a su bisabuelo Luigi Cino San Giovanni, es conectarse automáticamente con una experiencia sensorial: su olor a tabla, las obras colgadas en la pared, la textura de los pasamanos de las escaleras trasladan a una especie de templo artístico e histórico.