Guillermo Alberto Ríos es un nombre que podría pasar desapercibido en el panorama de música nacional independiente; por el contrario, Cholo o el Cholo (@elcholodb) representa una imagen icónica para el sonido y la identidad cultural guayaquileña.
El pasado domingo se estrenó en todas las plataformas de distribución musical Infodemia, el más reciente álbum del Cholo, que cuenta con trece canciones y una duración aproximada de cuarenta y tres minutos.
Rap en su máxima expresión; crítica social, beats y rimas que no paran de reflejar los problemas cotidianos de un Ecuador golpeado por la inseguridad, cuestionables decisiones políticas y una globalización en decadencia. Además, parte de esta esencia del rap radica en mostrar la unidad de un movimiento más que la de un género musical; por esto, hay colaboraciones con distintos artistas, como Gabo, Bone 2 Dogs, Kramer AKA Navarrete, Monkey Clay, Profemanco, Mogo, Elmeca, C. Q. Shakaim, T-duck, Nota, Oleas, Doorve, Cara de Niño y Romabloqmayus, cada uno teniendo su momento destacado.
Se puede hablar también de una parte más sensible y emotiva del álbum, con canciones como Soltar y Chao Pony, en las que se escucha una catarsis más inclinada hacia lo romántico, dándole un matiz distinto a Infodemia, que parecía decantarse por la denuncia y la crítica.
En lo que a producción respecta, poco hay que reprochar, ya que el rap tiene sus propios métodos que no buscan ser reconocidos de manera elitista o estética, sino que más bien buscan incomodar con su crudeza; no obstante, hay que reconocer el gran trabajo que se escucha en lo nuevo de Cholo.
Se viven tiempos difíciles en los que hacerse de la vista gorda podría ser pecado mortal. No hay que olvidar que la música también sirve para comunicar un mensaje, no solo para el entretenimiento. (O)