El adjetivo juliano (o juliana) se originó del latín Iulius, cuyo sentido es ‘Julio’, en alusión a Julio César, general y estadista romano del siglo I a. C., o a cualquier asunto que haya sido instituido por él, como «el año juliano» (periodo de 365 días y 6 horas) y «el calendario juliano» (considera bisiestos los años cuya numeración es múltiplo de cuatro).

Este adjetivo se usa también para referirse a las fechas onomásticas o aniversarios del mes de julio. Ejemplos: La agenda juliana tiene más de 150 eventos. En el parque Centenario se desarrolló el pregón juliano. Andrea es juliana; Marcos, capricornio.

Como sustantivo (juliana) se emplea con el sentido de ‘porción de verduras o guarnición de otros alimentos que están cortados en juliana’. La característica de este tipo de corte es que los tajos se hacen en tiras finas. Ejemplo: Corta la cebolla, los tomates y los pimientos en juliana, no en rodajas.

De este sustantivo surgió la locución adverbial «en juliana», que como se indica en el párrafo que antecede, se refiere a un corte de legumbres u otros alimentos que se hace en tiras finas. De juliana también se derivó la expresión «sopa juliana», que es un caldo preparado con verduras cortadas en juliana.

Para hablar de las celebraciones que se efectúan en julio también se admite el nombre julia; no obstante, en Ecuador es inusitado. Este uso está difundido en otros países, como El Salvador y Bolivia, que asimismo tienen festejos en este mes. Ejemplo: En La Paz continúan los festejos por las fiestas julias.

Como dato curioso también se indica que julia es un tipo de furgoneta que se usa en México para el traslado de los detenidos. (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española (versión electrónica) y Diccionario de americanismos (2010), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.