La cantautora francesa Isabelle Geffroy es mejor conocida en el mundo artístico como Zaz. Durante los últimos quince años ha sido mencionada como una de las voces más relevantes de Francia, fusionando géneros como la canción francesa y el popular gypsy jazz.

Este 2025 presentó su más reciente trabajo, titulado Sains et zaufs (‘Sanos y salvos’), el cual trajo consigo muchas repercusiones, llevándola a planificar una gira latinoamericana para el próximo año, que contará con fechas en México, Brasil, Chile, Colombia y Argentina.

En una entrevista con La Revista, Isa (como confesó que le gustaba que la llamen de niña) mostró su calidez humana y su esplendor artístico, y contó historias alrededor de su nuevo álbum, su vínculo con el idioma español y el cariño que tiene por el público latino.

¿Cómo te has sentido en medio de todo el proceso de promoción del álbum y de la próxima gira?

He estado muy contenta. Se vienen shows en Alemania, Polonia y Francia. Además de eso, he tenido muchos conciertos y eso me mantiene muy ocupada, lo cual es importante.

En 2010, tu canción Je veux tuvo un impacto global y te disparó a la fama con el primer sencillo de tu álbum debut. ¿Cómo tomaste eso?

Fue muy exigente. Que esta canción haya tenido reconocimiento en tantos lugares significó que tuviera que viajar por el mundo para tocar, sacrificar muchas cosas, mucho tiempo. Si bien fue increíble para mí, hubo que pagar un precio alto por todo el éxito. Terminé agotada, pero también aprendí mucho gracias a esta experiencia.

¿Cuál es el concepto detrás de Sains et zaufs?

Viene de todas las vivencias que he tenido. Desde una “vida anterior”, como mi adolescencia e infancia, hasta cosas difíciles que tuve que enfrentar, pero con las que me siento bien en este momento. Mantenerme íntegra, sana y salva. Eso es lo importante.

Isabelle Geffroy, cantautora francesa mejor conocida en el mundo artístico como Zaz. Foto: Jan Welters

¿Por qué decidiste cantar en español en algunas canciones?

Bueno, cuando era niña, mi madre era profesora de español y vivimos un tiempo en España. Amo hablar en español, aunque no sea muy buena (entre risas). Siento que es una parte natural e instintiva de mí.

De pequeña, solía decir que mi nombre era Isa. Las amigas de mi mamá me llamaban así y me encantaba.

Estoy enamorada del idioma; es parte de mi identidad y sentí que era necesario cantarlo. Me hace muy feliz y me lleva a una época muy linda de mi vida. Son cosas que me marcaron y me acompañarán siempre.

Este nuevo álbum parece una antología, una recopilación de todos los estilos con los que experimentaste hasta ahora. ¿Esto fue planificado o se dio de manera natural?

Sí, creo que esa fue la intención desde el inicio, mezclar la canción francesa con el jazz, la electrónica y demás. Tuvimos que trabajar mucho con todos los colaboradores y productores para lograrlo, pero creo que alcanzamos la meta.

No siempre los artistas admiten que esto fue hecho a propósito; por lo general dicen que fue algo que se dio en el camino.

En este caso, fue resultado de trabajar con Laurent Lamarca, Jean-Étienne Maillard, Noé Preszow y Raphaël; también con el dúo Puggy, con quienes tuvimos sesiones en Bruselas, Bélgica, que fueron increíbles. Todo esto fue planificado y plasmado como tal.

Sains et zaufs tiene catorce canciones, algo que considero arriesgado para la música hoy en día. ¿Estas fueron todas o descartaste algo de material?

Concuerdo contigo, es arriesgado, pero es lo que quise transmitir. Sí, quedaron más canciones, lo más probable es que publiquemos una edición extendida del álbum e incluya todas las que quedaron relegadas en el proceso de producción.

Sé que has visitado antes Latinoamérica. De este lado del mundo hay muchas historias con respecto al público: en Chile se habla de un monstruo; en Argentina se dice que está el mejor. ¿Cuáles son tus expectativas para la gira que viene?

He tenido la dicha de estar muchas veces por allá. Estoy muy emocionada por volver.

Los públicos son muy distintos a los de Europa e incluso entre sí mismos. Los peruanos son muy amables; los colombianos, muy respetuosos; podría decirte que quizás se comparan un poco a las audiencias en ciertos lugares de Asia. En Chile y Argentina se respira otro ambiente cultural.

Por lo pronto, estoy contenta de poder visitarlos de nuevo y me gustaría ir a Ecuador a conocer su gente y saber un poco sobre su música. (E)