Sin dudas, Jennifer Grey se convirtió en una de las actrices más reconocidas de los años 80 en el mundo. Con tan solo 23 años, ya la joven había trabajado en películas importantes como ‘Rebeldes temerarios’, pero fue a los 26 años cuando alcanzó el éxito como protagonista del musical ‘Dirty Dancing’.
La película Dirty Dancing arrasó en todo el mundo y se convirtió en un clásico instantáneo. El musical recreaba la historia de amor entre Frances Houseman (Baby, para los amigos), una enamoradiza adolescente, y su profesor de baile Johnny Castle (el fallecido Patrick Swayze).
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Luego de ese gran éxito se pensó que la vida de la actriz estaría llena de triunfos, pero, no fue así. La carrera de Jennifer Grey se vino en picada de manera rápida, de ser una de las actrices más cotizadas paso a solo participar en cuatro o tres películas en la década de los 90.
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¿Por qué se vino en picada la carrera de Jennifer Grey?
Muchos conocedores del cine, vaticinaban una carrera estelar para la joven actriz, pero esto nunca llegó a materializarse.
El portal web 20minutos revela que uno de los motivos sucedió poco antes del estreno del musical ‘Dirty Dancing’ en Estados Unidos. Pues, ella y Broderick tuvieron un accidente de coche, en el accidente la actriz salió con un latigazo cervical y las dos personas del otro coche fallecieron en el acto.
Este acontecimiento la marcó física y psicológicamente; sin embargo, eso no fue lo que llevó al fondo la carrera de la actriz. Todo comenzó a principios de los 90, cuando la actriz decidió hacer caso a su madre, que le insistía mucho en operarse su nariz.
La joven se sometió a la operación, pero la rinoplastia salió mal y le tocó pasar otra vez por quirófano. Grey se arrepintió mucho de esa decisión, pues su rostro cambió radicalmente y ni ella misma se reconoció al mirarse en el espejo.