En este atípico año, la alfombra roja de los Óscar, la pasarela de moda mas esperada, fue la más reducida pero la más diversa e inclusiva. Sobresalió la osadía en el vestir masculino -como el esmoquin fucsia de Colman Domingo-, y vestidazos como el rojo de Amanda Seyfried o el dorado de Carey Mulligan.