Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis intercambian los roles de hija y madre otra vez, en la película Otro viernes de locos, que llega 22 años después de la historia original.
“Hicimos esta nueva película para la audiencia, para los fans que amaron la primera. Es muy difícil poder traer algo así a toda esta gente”, comentó Curtis, 66 años, en la presentación de la comedia de Disney en la Ciudad de México.
En la secuela de Un viernes de locos (2003), Anna (Lohan) ya se ha convertido en madre y descubre que ha transmitido la maldición familiar a sus hijas. Ahora ellas intercambiarán los cuerpos no solo con su madre, sino también con su abuela Tess (Lee Curtis).
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“Estábamos muy emocionadas de hacer la película cuando nos llegó. Para hacer la tercera habrá que esperar muchos años para que sean mayores”, bromeó Curtis.
Otro viernes de locos es el regreso triunfal de Lindsay Lohan al cine popular
Tras unos cuantos años separada del cine, Lohan se sintió muy agradecida con sus aficionados mexicanos “que nunca la abandonaron” y son “los más fieles del mundo”, dijo en el encuentro.
“Estuvimos en contacto estos años, pero volver a rodar fue como ir en bici, pareció que no pasaron los años. Mis aficionados son la razón por la que hago películas, así que muchas gracias”, aseguró en la que fue su primera visita a México.
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La actriz de 39 años, que se declaró fanática del mole con pollo mexicano, celebró la pasión con la que siempre se recibe a las distintas celebridades hollywoodienses que llegan al país y prometió regresar para su próxima cinta de lo que ya es la vuelta al cine de Lohan.
Al ritmo de una banda de rock como tantas de aquella década formadas en garajes estadounidenses, Curtis y Lohan entraron de la mano bailando y saludando a todos los aficionados. Firmaron muchos discos físicos de una época en la que todavía sus filmes se vendían o alquilaban en los videoclubs. (E)