El sueño de tener su propia isla no fue imposible para el italiano Giorgio Rosa, un ingeniero mecánico que contra todo pronóstico la construyó. Su idea fue plasmada sobre una plataforma de 400 metros cuadrados sostenida por nueve torres, en el mar Adriático, a 12 kilómetros de la costa de Rímini, en Italia. Y se declaró como la República Esperantista de la Isla de las Rosas. Aunque todo parecía marchar bien, pronto llegó una batalla con las autoridades italianas.
Esta historia de Rosa había trascendido a los medios internacionales, incluso hay documentales. Y desde diciembre del 2020 se encuentra disponible en Netflix la película La increíble historia de la Isla de las Rosas, que se basa en el argumento real para llegar a los millones de espectadores con los que cuenta el servicio de streaming.
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En la vida real todo comenzó en 1958, cuando Rosa decidió hacer algo para ser totalmente libre de la burocracia. “Lo pensé como una manifestación absoluta de libertad: creo en la libertad, en la posibilidad de todos de tomar decisiones propias. Estoy convencido de que solo en la libertad hay la posibilidad de incrementar la industria, las ideas, cualquier cosa”, dijo Rosa al Corriere Romagna durante una entrevista en el 2008.
Tras sortear varios obstáculos, incluidos los meteorológicos, la isla se abrió a los visitantes el 20 de agosto de 1967. Al año siguiente el 1 de mayo, Rosa declaró a la isla como independiente, y el 24 de junio se dio el nacimiento oficial, como un estado. Incluso tenía su propia bandera, moneda e idioma, el esperanto. Situación que no fue de agrado de las autoridades italianas. El 11 de febrero de 1969 la destruyeron usando dinamita, los restos ahora se encuentran en el fondo del Adriático.
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La película es dirigida por Sydney Sibilia, quien según La Vanguardia, él y el productor Matteo Rovere conocieron a Rosa antes de que falleciera el 2 de marzo de 2017, a los 92 años. “Quedaron tan fascinados por los componentes cómicos, pero también políticos de esta historia que decidieron crear una hilarante versión cinematográfica”, señala el medio español.
De acuerdo con BBC Mundo, durante ese encuentro entre Rosa, el director y el productor, “tras un poco de persuasión, les dio su bendición para adaptar su historia en la pantalla”.
“Mi padre era un ingeniero y en Italia bastaría con describirlo así para entender qué tipo de persona era. Era una persona muy precisa, detallada y muy organizada. Un ingeniero en un sentido casi alemán de la palabra. Excepto por esta pequeña vena de locura que lo llevó a querer construir una plataforma para sí mismo, y luego convertirla en un estado fuera de las aguas territoriales, lo que lo convirtió en el príncipe de los anarquistas”, dijo Lorenzo Rosa, hijo de Giorgio, a BBC Mundo.
El rodaje de la cinta se realizó en una piscina en Malta y aunque contaron que la profundidad fue menos que de la real, hubo problemas logísticos. “Todos los días teníamos que hacer explotar algo o hacer algo complicado con agua. Las películas se crean para filmar en tierra firme. Somos personas, con una cámara, en el suelo. Pero cuando filmamos películas en el agua, es fluido y, casi siempre, la cámara estaba en el aire. A menudo los directores jóvenes me piden consejo, este es mi consejo: ‘chicos, ¡filmen en tierra firme!’”, dijo Sibilia al medio británico.
El actor italiano Elio Germano da vida a Rosa, mientras que Matilda De Angelis interpreta a Gabriella, pareja de Rosa.
Germano contó que para filmar la cinta hubo varios problemas que sortear. “El agua, el viento, todo eso era real, así que a veces era un poco como una película de acción, especialmente para mí, así que fue una experiencia dura, por supuesto”, dijo el actor.
“Cuando leí el guion me pregunté por qué nadie había hecho una película sobre la historia antes, porque es realmente increíble”, comentó De Angelis. (E)