Habiéndose ganado el corazón de la audiencia de streaming por The Crown (Netflix), la actriz británica Olivia Colman, de 49 años, regresa a la gran pantalla para hacer gala de sus habilidades interpretativas en la cinta Imperio de luz, por estrenarse en salas nacionales este jueves 23 de febrero.
Al comienzo de la historia, Hilary (Colman) ha sufrido un episodio de salud mental para el cual ha sido medicada. “No siente nada realmente con mucha intensidad”, cuenta Colman. “Cumple casi en forma mecánica con todas las formalidades del trabajo y no habla con nadie. Lleva una vida bastante solitaria, pero ella quiere algo más; quiere sentir más”.
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Y en ese momento, Stephen, interpretado por Michael Ward, entra en su vida al comenzar a trabajar en la misma sala de cine donde también pasa sus días Hilary. Stephen, sin embargo, tiene sus propios desafíos: abrirse camino en un mundo racista —ya sea por culpa de un Gobierno reaccionario o una juventud violenta—; pero, al mantenerse fiel a sí mismo, logra conectarse de un modo inesperado con Hilary.
“Varias universidades lo han rechazado y se encuentra en una encrucijada, tratando de encontrarse a sí mismo”, señala Ward. “Cuando se te arrebata algo así, debes encontrar otra cosa que te satisfaga. Es un joven negro, entusiasmado con las oportunidades de la vida; ama a la gente, ama conectarse con la música y las películas, y se niega a aceptar que una sociedad opresiva lo defina”. Es inexorablemente positivo.
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Imperio de luz es además el primer guion que el director de 1917 ha escrito desde cero, sin la colaboración de otro guionista. “Me pareció conmovedora esta historia de un alma perdida que encuentra una extraña familia dentro del cine”, comentó la productora Pippa Harris. Habiendo lidiado personalmente con una enfermedad mental en el seno de su propia familia, Mendes basó el personaje en sus propios recuerdos de su niñez.
Un dolor que se ilumina
El rol de Hilary fue escrito específicamente para Colman, aun cuando ella y el director no se habían conocido, pero él sí seguía su actuación en The Crown. “Olivia fue brillante en su papel, así que pensé que debía interpretar a Hilary. No la conocía, pero empecé a escribir el papel con ella en mente”.
A su vez, ella también era admiradora del trabajo de Mendes en Belleza americana (1999). “No sé qué era lo que esperaba, pero Sam es realmente tan gentil y tan amable”, relata Colman. “No te suelta la mano. Sabe cómo hablar a cada persona en particular de modo que lo entiendas. Se ponía en la piel del personaje, me hablaba como podría hacerlo Hilary o se movía como podría hacerlo ella”.
Esa dirección fue especialmente valiosa al dar vida a un personaje cambiante: “Hilary se transforma: pasa de no sentir nada a sentir un cosquilleo constante. Deja la medicación y pasa por distintas etapas hasta llegar a ser heroica en su manía. Me encantó dar vida a Hilary, por todos los estados emocionales diferentes que va atravesando”.
Ward, ganador del premio Bafta a estrella emergente en 2020, apunta que la relación entre Stephen y Hilary es un intercambio único, ya que cada uno ayuda a crecer al otro. “Stephen le infunde a Hilary un gran optimismo, amor, entusiasmo, y la abre a una cultura y un arte diferentes, como también a sus propias experiencias”, refiere. “Mientras que ella le aporta su perspectiva, su forma de ver la vida, su amor por la poesía y las palabras, y sencillamente le da apoyo, ánimo. Ella lo ve de una manera íntegra. Ambos han sido un poquito excluidos de la sociedad, y ese tejido conectivo los une, sean conscientes o no de ello. Es un intercambio de energías y amor. Se dan mutuamente cosas que ni siquiera saben que necesitan. Hilary nunca había conocido a alguien como Stephen, y eso también le permite definirse como persona”.