Se escriben en una sola palabra los cardinales complejos que corresponden a los números 16 al 19 y 21 al 29. Las centenas también se incluyen en esta norma ortográfica. Ejemplos: dieciséis, diecinueve, veintiuno, veintinueve, doscientos, cuatrocientos.

Por lo tanto, en el grupo anterior no se recomiendan las grafías pluriverbales (formadas de dos o más palabras), como diez y seis, diez y nueve, veinte y uno, etc., pues en la actualidad se consideran arcaicas.

A partir del treinta, todos los correspondientes cardinales compuestos se escriben en varias palabras. Ejemplos: treinta y cuatro, cuarenta y dos, cincuenta y tres.

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No obstante, en la Ortografía de la lengua española se indica que «por analogía con la serie de los cardinales compuestos de diez y de veinte, y debido a su comportamiento prosódico igualmente unitario, se documentan casos de grafías univerbales [simples o de una sola palabra] en los correspondientes a otras decenas (treintaicinco, cuarentaitrés, cincuentaiocho, etc.), especialmente en textos de autores americanos».

Se puntualiza que estas grafías univerbales, aunque son minoritarias, son todavía válidas. Pero en el uso culto general son mayoritarias las pluriverbales, como se presenta en los ejemplos del tercer párrafo.

Se recomienda que no se trasladen a la escritura las formas que reducen el diptongo, como treinticuatro, treinticinco, cuarentitrés, etc., que son frecuentes en la lengua oral de algunas regiones, pero que en otras no se consideran apropiadas. (F) (Actualizado de La esquina del idioma, de 30-07-2017).

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FUENTES: Diccionario de la lengua española (versión en línea), Ortografía de la lengua española (2010) y Diccionario panhispánico de dudas (2005), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.