La noche del domingo 18 de octubre, el cine ecuatoriano fue el protagonista de una gala de reconocimiento. Los Premios Colibrí en su tercera edición y de manera virtual fueron entregados a varias personas que se desenvuelven en la industria cinematográfica nacional e internacional.

El jurado designado para elegir a los ganadores estuvo conformado por Isabel de Ocampo (productora, guionista y directora), Daniel Nehm (cineasta, programador e investigador), Jorge Forero (director y productor), Isabela Rodríguez (gestora cultural y productora) y Roberto Aguirre (productor).

La premiación se repartió en quince categorías y los ganadores fueron: mejor guion-Ana Cristina Barragán (Alba); mejor diseño de producción-Roberto Frisone (La mala noche); mejor diseño sonoro-Estebanoise Brauer (Cenizas); mejor producción de plataforma web-Huele que alimenta; mejor montaje-Sebastián Cordero (Sin muertos no hay carnaval); mejor película de animación-El capulí; mejor música original-Xavier Müller por Cenizas; mejor película en lengua originaria-Killa; mejor dirección de fotografía-Simón Brauer (Cenizas); mejor producción de televisión-Diez historias en abril; mejor película documental-Sacachún; mejor actor-Víctor Aráuz (Agujero negro); mejor actriz-Mónica Mancero (Azules turquesas); mejor dirección-Ana Cristina Barragán (Alba); mejor película- Alba.

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“Es un premio muy especial y he sentido mucho cariño alrededor”, dice Ana Cristina Barragán. Considera a los Premios Colibrí como una ventana y espera que se pueda generar discusión de lo que está pasando en el ámbito del cine, la desaparición del Instituto de Cine y Creación Audiovisual del Ecuador (ICCA) y “que la ley fue borrada de un plumazo”, según dice.

Esta es la primera película de Barragán y ahora se está dedicando a la realización de la segunda, La piel pulpo, al mismo tiempo que desarrolla dos proyectos más: Hiedra, que tendrá la participación de Carla Souza, protagonista de How to Get Away With Murder, y La costra y la miel.

A las personas que recién ingresan a la industria cinematográfica les aconseja que siempre sean honestas en el proceso, porque las obras realizadas reflejan “lo que la persona es”. Un proceso autocrítico y riguroso es lo más importante para ella en un filme.

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Carlos Sosa, el creador y director de Capulí, cuenta que la película animada ganadora fue un proyecto que inició hace cinco años y que logró estrenarse en el 2019. Este es el segundo cortometraje animado de Sosa que está inspirado en una historia que le contaba su padre.
Es gran admirador de Pixar y según menciona, su filme fue un intento de imitar ese modelo de animación.

En tanto, ocho años fue lo que duró el proceso para lograr que Sacachún saliera a la luz en noviembre del 2018. La pieza refleja una historia “bastante local”, como dice el director Gabriel Páez, que da a conocer las creencias de la pequeña comunidad de la provincia de Santa Elena en torno al dios san Biritute.

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Páez dice que al mismo tiempo esto la convierte en una historia universal, ya que muestra la necesidad de que se respete la libre manifestación de fe, cultura y pensamiento. Isabel Rodas, productora, cuenta que el filme fue la escuela para aprender de todas las herramientas necesarias. (I)