La rutina puede llegar a ser agotadora. Si bien la cuarentena ha obligado a gran parte de la fuerza laboral a adaptarse a la modalidad de trabajo remoto, que puede llegar a ser más extensa y abrumadora que la presencial, es importante recordar que para ser realmente productivos, el descanso y la verdadera desconexión, son una parte vital para la salud mental, física y emocional. El síndrome de burnout o del trabajador quemado es una consecuencia real de la sobrecarga laboral y aunque podría fácilmente asociarlo con el estrés, especialistas consultados afirman que no hay que subestimar sus efectos.