Adolf Hitler era el poderoso máximo líder de los nazis y todo era válido para proteger su integridad. Su muerte está envuelta en el misterio, pues se afirma que no murió en el búnker en Berlín sino que fingió su fallecimiento y logró huir a algún lugar en Suramérica. Pero en sí, la vida de este sanguinario personaje está llena de mucha excentricidad, como lo fue la conformación de un grupo de jóvenes que se encargaba de probar los alimentos del führer antes que él, para verificar que estos no estuvieran envenenados.