Miles estuvieron en el desfile de globos gigantes… ¿Miles de qué?

El sustantivo mil se usa en singular para referirse al propio número. Ejemplo: El novecientos noventa y nueve antecede al mil.

En plural significa ‘millares’ y se construye con un complemento introducido con la preposición «de». Ejemplo: «Miles de guayaquileños estuvieron en el desfile de globos gigantes».

Publicidad

El complemento (de guayaquileños) permite que la oración transmita un mensaje claro. Si este se omite, algunos receptores no muy espabilados podrían preguntarse «¿miles de qué?», ¿de paseantes?, ¿de vehículos?, ¿de perros?, ¿de gatos?, ¿de globos?

Se recuerda que el sustantivo mil tiene género masculino; por lo tanto, los artículos o determinantes que le preceden deben emplearse también en masculino, aunque el complemento especificativo tenga género femenino. Ejemplos: Los miles de cartas (no las miles de cartas). Los miles de canastas navideñas (no las miles de canastas…). Los miles de personas (no las miles de personas).

La palabra antítesis es esdrújula, ¡escribámosla como tal!

Publicidad

Este vocablo denota oposición de ideas o de cosas. Ejemplos: Juan es la antítesis de su padre. Lo que explicas hoy es la antítesis de lo que indicaste ayer. También se refiere a la figura literaria o retórica que, asimismo, se construye con palabras o frases que tienen sentidos opuestos. Ejemplo: Vivo sin vivir en mí (santa Teresa).

Cuando se usa sin tilde transmite un mensaje diferente. Recordemos que anti es un prefijo que expresa oposición, protección, prevención o lucha con respecto a lo que se indica en la base. A partir de esto, algún lector ingenioso podría interpretar que antitesis es alguien o algo que ‘está contra la tesis’, ‘que lucha por la tesis’, entre otras ideas. (F)

Publicidad

FUENTES:Diccionario panhispánico de dudas (2005), Manual de estilo de la lengua española (2018) y Diccionario de la lengua española (versión electrónica), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.