“El cuerpo humano es la manifestación física del individuo, es para mí el centro de la existencia, es el templo que tienes que cuidar. Un vehículo para tu realización”, expresa Fabricio Valverde Flores al referirse al elemento protagonista de su serie titulada En cuerpo y alma. Una muestra pictórica que se expone en la sala Miguel de Santiago de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito.

Mediante óleo, minerales y texturas, Valverde retrata sobre su lienzo la figura humana tomando como recurso el desnudo artístico. “La pintura del cuerpo humano no agota sus motivos, es atemporal”, señala.

“Mi conexión con la figura humana es vital a la hora de estructurar mi obra (...), el observar cómo crecen los niños de mi entorno familiar, cómo se marchitan los mayores, me pone en una posición de relator de la vida cambiando, queriendo atraparla en un bosquejo, detenerla en un cuadro”, explica el pintor guayaquileño.

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Para el artista es su primera exhibición individual. Comenta que la serie le permitió entrar en una conexión con las personas plasmadas en sus obras. “El modelo comunica sus estados emocionales y el artista sensible capta el alma, su energía vital”, añade.

Manifiesta que en algunos de sus cuadros se pueden distinguir trazos fuertes y delicados. Cuenta que el ambiente donde da a luz a sus creaciones están llenos de música, chocolate y vino tinto.

“Voy dibujando el amor, trazando la pena, pintando la alegría, aquello que siento”, Fabricio Valverde.

Los veintiséis cuadros de Valverde estarán abiertos al público de manera gratuita hasta el 3 de agosto. Confiesa que existe la posibilidad que la muestra se vuelva itinerante lo que aseguraría su recorrido por algunas ciudades del país. “Motivo que me alegra y considero un honor”, puntualiza el artista de 53 años. (I)