Volvió a demostrar su talento y carisma en escena.  Chayanne tiene una conexión sincera con su público, que lo ovaciona, lo espera, canta con él y lo hace volver al escenario aunque se despida. El cantante puertorriqueño volvió a enamorar a sus seguidoras la noche del sábado en Guayaquil donde presentó su segundo concierto en el país como parte de su gira 'Desde El Alma Tour', que también tuvo su show en Quito.

El espectáculo arrancó con Johann Vera como artista invitado. Con un estadio Alberto Spencer llenó en su casi totalidad, el joven guayaquileño apareció en escena en compañía de dos bailarines y con un telón gigante a sus espaldas. Antes incluso de la hora prevista, el intérprete -que se diera a conocer luego de su participación  en el reality La Banda de Univisión-  agradeció a los asistentes por la oportunidad de reencontrarse con su ciudad y sus escenarios. "Que gusto estar de vuelta en mi casa, tres años que no canto acá", dijo el también compositor.

Pretty girl (Tu canción), Astronauta y Nervioso fueron algunos de los temas que cantó antes de bajar de la tarima y fotografiarse con el público.

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El puertorriqueño convocó en su mayoría a mujeres -de todas las edades- y que fueron en grupos para gritar por su ídolo musical. Vestidas con camisas y cintillos que tenían impreso su nombre o con frases de alguna de sus canciones, las fanáticas tomaban sus lugares, algunas entaconadas y engalanadas con todo el brillo del caso, otras listas para subirse a las sillas y con toda la batería del celular cargada.

Antes de que dieran las 21:00, y bajo un cielo estrellado, Torero dio inicio al show principal luego que el telón cayera y ocho músico en escena tocaran los primeros acordes de la noche. Los gritos retumbaron en el estadio y las luces de los celulares iluminaban -desde todas las localidades- al escenario. 

Vestido de negro y con una chaqueta con detalles dorados, las pantallas gigantes a los extremos de la tarima permitían una mejor visión de las personas que estaban en las zonas laterales, cancha y graderíos.  "Que rico es estar aquí Guayaquil" dijo Chayanne para seguir con Lo dejaría todo, del álbum Atado a tu amor (1998).

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"Gracias por este cariño tan grande (...) ustedes me han visto crecer y es hermoso poderlos ver esta noche" repetía un agradecido artista que en cada interpretación no dejaba de interactuar con las fans de las primera localidades, saludándolas, leyendo las pancartas que le habían llevado, manteniendo incluso contacto visual con algunas de ellas. 

Qué me has hecho,  Madre tierra (Oye), Boom boom fueron parte de las primeras canciones que bailó con total entrega. Ocho bailarines lo acompañaron durante toda la noche en esta fiesta musical que trajo para sus seguidores en el puerto principal.  Próximo a cumplir 51 años, el boricua sabe como conquistar a su público femenino.El ritmo lo lleva en las venas, su cuerpo no queda inmóvil en ningún momento y sus dotes de buen bailarín siguen con la misma fuerza de siempre. Derrochaba energía y el camarógrafo que proyectaba cada uno de sus pasos en las pantallas gigantes lo sabía también (cada imagen suya que se mostró en los dispositivos desataba la histeria de las mujeres, al menos de la mayoría).

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"Hemos crecido juntos, me han apoyado a mi carrera (...) quiero que sepan que no doy nada por hecho, todo su amor lo recibo en el centro del pecho", volvió a decir a viva voz Elmer Figueroa Arce (nombre real del artista). 

Uno de los temas que más expectativa generaba entre el público era Candela, sencillo que para muchos seguidores del ciclista ecuatoriano Richard Carapaz ha tomado un nuevo significado desde que el periodista argentino Mario Sabato empleara una de sus frases "Échale leña al fuego Carapaz" para referirse a la Locomotora de Carchi. Aunque no cantó la estrofa como se imaginaba, Chayanne le dedicó el tema. "Esta canción es para Richard que nos representó", dijo. 

Un siglo sin ti y Fiesta en América, este último uno de sus éxitos de 1987, dieron paso a uno de sus sencillos más recordados. Tiempo de vals, aquel tema que más de una generación ha bailado en una quinceañera también lo incluyó en el repertorio. Con dos bailarines que se desplazaban por el escenario mientras él interpretaba la melodía, asistentes como Alejandra Mejía recordaban su fiesta de 15 años, los ensayos con sus amigas, el baile con su padre. Esta canción -que se desprende del álbum del mismo nombre- se ha convertido en parte de las celebraciones latinoamericanas de la adolescencia. Chayanne ha logrado formar parte hasta de los momentos familiares.

Y para inmortalizar el momento, Chayanne aprovechó para subir al escenario a una de sus fanáticas, que apenas logró abrazarlo, no lo soltó. Lo besó, lo apretó fuerte con sus brazos para bailar la canción, no sin antes sacar su celular para tomarse un selfi en el que además el también compositor la besaba en la mejilla.

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Sus letras cargadas de romanticismo han sido también parte del atractivo musical del artista. Tu pirata soy yo, Yo te amo, Y que culpa tengo yo fueron un popurrí de sus baladas a las que dio un toque de picardía cuando abrió su camisa y mostró su pecho -para deleite de la audiencia femenina- que apenas vio su acción comenzó a gritar.

La fiesta no parecía acabar. Baila baila volvió a encender la fiesta previo a Este ritmo se baila así, sencillo que definió como uno de los más importantes de su carrera. Y tú te vas,  Caprichosa, Salomé fueron las letras con las que empezaba a despedirse.

Salió del escenario para un nuevo cambio de ropa -lo hizo en más de una ocasión debido a su constante transpiración por sus intensas coreografías- y para complacer por última vez (advirtió al inicio de su espectáculo que esa noche su público mandaba y él obedecía) para cerrar la jornada con Provócame.

"Cuando quieran me llaman que yo regreso", sentenció Chayanne en un show que ni la luna, que nos acompañó toda la noche, se quiso perder. Conciertazo. (E)