El último ejemplo de lucha contra el plástico llega desde Tailandia. Allí, la pequeña cadena de supermercados Rimping ha decidido dejar de usar envases de plástico y vender sus productos frescos envueltos en hojas de plátano. Es una medida mucho menos contaminante que el plástico y, además, es más barata, por lo que todo el mundo sale ganando, informa el portal elconfidencial.com.