Debemos dar vuelta la media del comentario y empezar por Canadá. Un equipo físicamente muy duro. Y lo hace sentir: raspa. Siete de sus once titulares afrodescendientes, que ya sabemos son atléticamente fantásticos, ágiles, fuertes, rápidos, resistentes. El Canadá que en Catar compuso un partido sensacional ante Bélgica y el Canadá que hace 13 días empató 0 a 0 con Francia en Burdeos. Ese día, Deschamps alineó completo el once que debutó en la Eurocopa ante Austria. Todos, Kanté, Camavinga, Dembelé, Griezmann, Thuram, salvo Mbappé, que entró en el segundo tiempo por Giroud. Con un agregado: jugó a fondo Francia, pero no lo peloteó, fue parejo. Ese Canadá evolucionado y que dejó la piel en el estreno de la Copa América fue el rival de Argentina. El Canadá de Alphonso Davies y de Jonathan David, quien marcó 26 goles y dio 7 asistencias esta temporada en el Lille. El que tiene a todos sus jugadores actuando en Alemania, Inglaterra, España, Italia, Escocia o en la Premier League. Y que posee, además, un técnico de prestigio, Jesse Marsch, quien entrenó en Austria, Alemania e Inglaterra (salvó del descenso al Leeds en la última fecha de 2022). Para muchos, por desconocimiento, Canadá es un rival para hacerle cinco. Pero no. Puede que Perú y Chile le ganen al equipo de la hoja, pero les va a costar un poco.