Ganar es el mejor remedio para el alma; nadie conoce un tónico mejor. Que les pregunten a los dieciocho millones de ecuatorianos cómo se sienten hoy. Les tocaron el himno, los vio el mundo, ganaron… ¿Se puede pedir más…? La Tricolor tuvo su máxima exposición desde que existe como selección. Se esperaba que más de cuatro mil millones de personas miraran por TV el partido de apertura del Mundial (al menos lo esperaba Infantino, presidente de la FIFA). Todos vieron triunfador a Ecuador, dar una muestra de solidez futbolística y mental. Y lograr un récord: es el primer visitante en casi un siglo de mundiales que logra derrotar al anfitrión en el cotejo inaugural. Redondo.