El fútbol ecuatoriano se ha visto permeado por una aparente red de apuestas ilegales que tendría vínculos con el crimen organizado. El resultado: intimidación y asesinato de jugadores, extorsiones y un presunto lavado de dinero ilícito proveniente de las mafias, algo que es investigado actualmente tanto en el ámbito deportivo como en la justicia ordinaria.