Quizás Ecuador sea la única de las diez selecciones de Sudamérica que tenga el menor puntaje en cuanto a su preparación técnica. Si hay que dar una calificación sobre diez, con seguridad sería un cinco. Para esta baja nota hay que hacer memoria el largo tiempo que se tomaron los directivos para nombrar un cuerpo técnico. Mientras otras naciones tenían sus estrategas con meses de antelación, nuestro país convoca a sus referentes futbolistas recién a cinco días del debut en estas eliminatorias sudamericanas, que darán cuatro plazas fijas y una en repechaje para el Mundial de Catar 2022. Por todos los ángulos que se mire a la Tri hemos dado tremendas ventajas a los argentinos y a los uruguayos, a los que enfrentaremos en las dos primeras fechas. ¿Aparentemente ganables?

Entrando de lleno a la preparación técnico-física y mental sí preocupa, porque el director técnico argentino Gustavo Alfaro no ha tenido el tiempo para consolidar un buen número de prácticas, salvo una con sus dirigidos; los que alinearán y los que estarán en la banca de suplentes. Aseguramos que llegan bien físicamente a este tipo de competencia. En lo técnico no se ha trabajado regularmente con los convocados, es una falencia que si gravita en el balompié y ojalá no merme el rendimiento de nuestro combinado en el partido de este jueves, a las 19:10, en La Bombonera. En conclusión, la Tri tendrá como base para medir a los gauchos una preparación más mental, emotiva y psicológica, lo que en el mundo del fútbol en ocasiones funciona perfectamente.

Debemos tener claro que Argentina llegará al partido con primacías, por haber citado a grandes figuras que han sido gravitantes en sus equipos, incluido Lionel Messi; por jugar en casa recibiendo a una selección con una frágil preparación; y por tener el respaldo de sus hinchas que pese a que no estarán en el estadio se harán sentir; y de la prensa, que ha motivado a su Selección con testimonios de salir airosa. Es viable recordar que si el manejo del esférico les es esquivo, si sus individualidades no aparecen, el balón golpea en los postes y fallan esquemas, evidentemente se va al abismo lo diagramado en el vestuario. Puede darse, como también no, porque el balompié es impredecible en resultados.

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Hay que recordarles a los jugadores ecuatorianos que existen factores extras que vencen a un rival. Mencionaremos los más elementales: fuerza combativa en cada segundo del juego, visión periférica del esférico cuando posee el adversario el balón, no darse por derrotado, chispa y viveza en todo el encuentro, actuar como si estuvieran en casa y jamás pensar que Argentina es un equipo invencible. Todo esfuerzo establece caminos victoriosos. (O)