Empezó el partido (contra el CSKA, por la Liga de Campeones el pasado martes) con una sobrada descomunal de Toni Kroos, que retrasó el balón con un golpeo descuidado, hacia la media luna de su propia área; Nikola Vlasic (por cierto, hermano de la sensacional croata Blanka Vlasic, campeona del mundo de salto de altura y bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016) adivinó, se lanzó a la brecha, cazó el balón un instante antes que Raphael Varane, al que dejó en el camino, y lo alojó junto al palo del guardameta Keylor Navas.

Iban 65 segundos de partido. Esa ventaja autorizó al CSKA a hacer lo que hizo: encajonarse atrás y dejarle el campo y el balón al Real Madrid. Y hay que decir que defendió bien. Con una línea de seis al principio, luego de cinco, impecables todos de atención, de brío, de sacrificio, de apoyos.

Con eso se encontró el Madrid, que se pasó la noche remando río arriba. Subiendo por los lados, manejando por el centro, lanzando faltas, buscando inútilmente un gol que no llegaba. Imposible entrar allí. Y por arriba, para las faltas y los tiros de esquina, faltaban Gareth Bale y Sergio Ramos, además de ‘El Ausente’ (Cristiano Ronaldo).

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Con todo, el gol estuvo cerca en dos remates al palo, un tirazo de Casemiro desde fuera y un buen cabezazo de Karim Benzema. El técnico Julen Lopetegui tocó el equipo tras el descanso, metiendo a Mariano y Luka Modric por Lucas Vázquez y Casemiro. El equipo redobló el brío, presionó mucho, pero el saldo fue otro remate al palo, un cabezazo terrible de Mariano.

Total, tercer partido consecutivo sin gol, cosa que no le pasaba al Madrid desde el 2007, segunda época de Fabio Capello. El paliativo es que esta vez al menos hubo tres tiros al palo. Y aunque el resultado es un feo contratiempo (derrota 1-0), nadie piensa que amenace la clasificación.

Pero esto, claro, despierta con fuerza la nostalgia por ‘El Ausente’ (traspasado a Juventus) que, como dijo Antonio Romero en Carrusel, resolvía estos partidos europeos.

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Cada temporada Cristiano Ronaldo había venido marcando un chorro de goles en esta competición. Una vez llegó a 17, en la última fueron 15. La idea de que el juego coral más los goles del galés Bale y del francés Benzema iban a compensar su marcha ya no cuela tanto. (O)