Por PROF. Denis Dau Karam

Siempre hemos definido que el deporte trae consigo vivencias insuperables, expresiones en alta voz, gestas históricas, disentimientos con altura; y en instantes, traiciones, injurias, desdobleces de testimonios y hasta resentimientos que perduran décadas.

Como también el deporte abre paréntesis, busca espacios en reuniones para transar una riña; cuando corren muchos meses aparecen los mediadores; se muestran eufóricos hinchas, dirigentes y jugadores antes de un partido calificado como final o clásico. Bien analizado, el deporte tiene sus dos caras presentadas desde su origen hasta la actualidad.

¿Y a qué se viene el titular e introducción de la presente columna? A las expresiones del jugador Hernán Barcos, de Liga de Quito, que textualmente transcribimos: ”¿Saben por qué hay otros clubes que traen estrellas del fútbol mundial, traen figuras, músicos y cosas diferentes, algo que Liga no hace? Porque ninguno tiene las estrellas que nosotros tenemos, sus cuatro títulos internacionales, por eso Liga es el más grande del Ecuador...”.

Son expresiones propias y animan a disentir como a ser afirmadas, lo que sí podemos escribir con énfasis es que lo que ha hecho Barcelona no es vanidad ni cosa de otro mundo; cada directiva, cada equipo puede manejar el marketing a su manera. Si ?el ídolo Barcelona como su compañero de barrio, Emelec, quieren que su noche sea gloriosa, bienvenidos los excracks del balompié mundial. Si en Liga sus directivos consideran otra estrategia, de traer un futbolista ?de otra galaxia ?o artista, igual hay que aplaudir tal iniciativa.

Lo de Barcos es un tinte de motivación cuando Liga enfrente a Barcelona en Guayaquil. No ha sido hiriente y más bien es su modo de pensar y hay que ?aceptar su opinión ?como jugador y ser humano?, así como también él debe respetar a conjuntos que ??tienen hazañas en sus vitrinas y logros internacionales...

Paz en el fútbol... (O)