A un curioso investigador sobre temas políticos de Estados Unidos, Peter Schweizer, según relata la revista Newsweek en su edición del 20 de noviembre (2011), se le ocurrió indagar los secretos financieros de los políticos más poderosos de Washington, concretamente del Congreso, entre quienes figuraban los que tenían acceso a las informaciones más privilegiadas (y casi secretas) que aprobaba el Congreso, sobre las más importantes medidas económicas a tomar por parte del gobierno. Pronto Schweizer descubrió que algunos de aquellos personajes observaban una doble moral, beneficiándose de actividades financieras que podían realizar gracias a saber, con antelación, las próximas resoluciones del Congreso.

La información mencionada en la revista se concreta, como un ejemplo, a ocho legisladores que aparecen con nombres y fotografías. El primero es el opulento senador republicano Kerry, presidente del subcomité de salud del poderoso Comité de Finanzas del Senado, quien según se acercaba la fecha de la aprobación de una importante resolución del Congreso, invirtió grandes sumas de dinero en el mercado bursátil. La tal resolución, entre otras disposiciones legales, no incluía una verdaderamente decisiva: la de no poner límite a los precios de muchos medicamentos. Según el relato, los corredores bursátiles de Kerry y su esposa, pasaron atareados en Wall Street, en transacciones de bolsa entre las grandes industrias farmacéuticas, un total de 111 transacciones, de las cuales 103 fueron de compras. Las utilidades habrían alcanzado alrededor de quinientos mil dólares, cada una, las más bajas y dos millones, las más altas. Pero el senador Kerry no aparece en estas transacciones, las cuales estaban a cargo de fondos familiares y administradas por financieras independientes. Muchas de las transacciones fueron con compañías productoras de medicinas. Otra reciente oportunidad (2007) se presentó cuando el gobierno anunció que limitaría el reembolso a los pacientes que recibían esa ayuda de Medicare para ciertos medicamentos, los más caros. Las acciones de la esposa de Kerry, para no sufrir pérdida, fueron vendidas una semana antes.

Otro de los beneficiarios sería el representante Jared Polis, quien actuó en dos comités centrales para formular la ley de cuidados de salud, que debía ser puesto en práctica por el gobierno de Obama. El Sr. Polis convirtió millones de dólares en acciones y fondos relacionados con la salud y algunas farmacéuticas. Es sorprendente cómo se ha jugado con leyes que favorecerían no solo a los congresistas implicados en estos negocios cuanto a varias farmacéuticas y empresas de seguros de salud, mientras se condenaba a los pobres pacientes que eran protegidos por el Medicare.

Así andan la política y ciertas finanzas en el rico país del norte.