Según el principio de incertidumbre, formulado por el físico alemán Werner Heisenberg, no es posible determinar al mismo tiempo, con precisión, la posición y la velocidad de una partícula de materia, ya que la simple observación altera a la partícula, con lo que la medición simultánea de las variables resulta imposible. Esto, dicho en sencillo. El descubrimiento de este principio, que es capital para la física y la tecnología modernas, afectó a la filosofía de la ciencia y tiene repercusiones incluso en la biología y las ciencias sociales. En una extrapolación de esta fórmula, por ejemplo, y una bióloga marina sabrá de lo que hablo, la presencia de un buzo que observa un cardumen, altera su comportamiento, por lo que los registros que logre siempre tendrán algún sesgo.