Con una voz límpida y potente, que ni la altura de la capital pudo opacar, llegó la noche del viernes el cantautor cubano Pablo Milanés al escenario del Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE).
En la velada, el público quiteño “maravilloso, sensible, culto” como lo definiera el propio Milanés, coreó las melodías viejas y escuchó absorto sus nuevas propuestas.
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A las 23h05, tras las brillantes actuaciones de Piero de Argentina y Pueblo Nuevo de Ecuador, Milanés irrumpió en el escenario ataviado con una camisa roja y acompañado por su orquesta que contaba con batería y percusión cubana, teclados, guitarras, flauta traversa y un violín, exquisitamente ejecutados.
“Me siento encantado de estar nuevamente en esta maravillosa, linda y alta ciudad”, dijo el artista, y enseguida brindó sus versos: “Vengo naciendo así a un universo que me transforma y me ilumina”.
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Luego En saco roto y Nostalgias. Acto seguido, las viejas y recordadas melodías: Como si fuera la primavera, Yo pisaré las calles nuevamente, El tiempo pasa, Yolanda, El breve espacio. Pablo en una franca convivencia con los cuatro mil asistentes que se dieron cita al espectáculo, los felicitó por el conocimiento íntegro de las canciones y lo armónico y acompasado de los coros.
Se despidió con besos y abrazos volados. El público lo requirió nuevamente. Entonces, Yo no te pido fue la canción del final, cantada a dúo, ni más ni menos que con el cantor argentino Piero, quien minutos antes había conquistado a ese mismo público con sus más irreverentes canciones y una que otra romántica.
Piero, quien llegó hasta el escenario a las 21h20, con la sencillez a flor de piel, vestido con unos jeans y buzo negro de cuello alto, desempolvó las canciones que llevaron a las lágrimas a sus oyentes.
Tomamos un café, Tengo la piel cansada de la tarde, Soy pan, soy paz, soy más, A mí me dieron el mar, entre otras fueron las canciones interpretadas sin nada más que su guitarra acústica y su voz madura y dulce.
Comentó que durante su estancia en Argentina, hace poco, pudo cantar con Mercedes Sosa, quien está recuperada de su quebrantada salud y mandó saludos a los ecuatorianos.
También anunció que este año Piero estará en Suecia, Austria, Bélgica, Inglaterra, España y EE.UU.
La gira está pensada en llegar a los millones de latinos que han emigrado. Y para recordar a todos los que están lejos cantó Otra vez cambio de casa. Casi al final brindó la plegaria Ojalá y expuso su convicción de que “si uno lo cree, lo crea”. Por eso, pidió, entre otras cosas, “que la juventud recobre la esperanza y que la esperanza recobre a la juventud”.
Los americanos y Para el pueblo lo que es del pueblo fueron coreadas con pasión por los presentes.
El grupo ecuatoriano Pueblo Nuevo, que abrió el espectáculo, también se ganó el cariño del público. Su primera interpretación, Compañera, ponía pocos minutos luego de las 20h00, el ambiente a punto para una jornada de música latinoamericana, para disfrutarla de principio a fin.