El príncipe Rainiero III de Mónaco está consciente y sus funciones cardiacas, pulmonares y renales se han estabilizado, informó este domingo el palacio real. El monarca sigue conectado a un respirador.
El anuncio surgió un día después de que el palacio informó que tres médicos del príncipe de 81 años, el monarca que lleva más tiempo en el trono en Europa, habían emitido el parte más pesimista a la fecha sobre las posibilidades de que Rainiero sobreviviera.
Las funciones cardiacas, pulmonares y renales, que no dejaban de deteriorarse, se han estabilizado, informó el palacio en el nuevo boletín sobre el estado de salud del príncipe, suscrito por tres médicos.
Rainiero está consciente, pero sedado, lo cual le permite soportar la ayuda del respirador, que es absolutamente indispensable, añadió el palacio del principado.
El pronóstico sigue siendo muy reservado, añadió la fuente, en una aparente mejora respecto del juicio de extremadamente reservado emitido el sábado por los médicos. La salud de Rainiero sigue siendo preocupante, añadió el palacio.
Las noticias de la mejora surgieron mientras los fieles en Mónaco asistían a la misa de Pascua, en la que fueron pronunciadas plegarias por Rainiero, internado en la unidad de terapia intensiva de un hospital desde el martes.
En la Catedral de Mónaco, donde el príncipe contrajo matrimonio con la actriz Grace Kelly en 1956, el arzobispo Bernard Barsi, quien visitó el hospital el sábado, ofició la misa.
Barsi pidió a los fieles que oraran por la salud de Raniero y del papa Juan Pablo II, que nos preocupan enormemente.
Que Dios los apoye en sus padecimientos. Que sepan que pueden contar con nuestras plegarias y nuestro afecto, añadió.
Aunque los líderes religiosos dirigen plegarias por el príncipe cada semana, las del domingo tuvieron un significado especial.
Una oración escrita en latín en el misal del domingo decía: Dios proteja a nuestro príncipe Rainiero y escuche nuestras plegarias en este momento.
Rainiero, cuya salud se ha deteriorado en los años recientes, fue internado en el Centro Cardio Torácico el 7 de marzo, por una infección en el pecho. Se le trasladó el martes a la unidad de terapia intensiva, después de que su salud empeoró.
En un mensaje destinado a ser leído en las iglesias de Mónaco para el oficio pascual, Barsi exhortó a los fieles a "rezar al Señor por estos dos hombres excepcionales (Rainiero III y el papa Juan Pablo II) que Dios nos ha dado".
El Papa envió el sábado "una bendición particular" al soberano monegasco y a sus próximos.
"Informado del estado de salud que golpea a su alteza, el Santo Padre se une a ella por el pensamiento y la oración", escribió el soberano pontífice en su misiva, firmada por su secretario de Estado, el cardenal Angelo Sodano.
Frente a la catedral una multitud de turistas esperaba el fin del oficio para visitar el monumento.
Desde que el príncipe Rainiero ingresó en reanimación el martes, sus hijos, el príncipe heredero Alberto y las princesas Carolina y Estefanía, se turnan para permanecer junto a él.
En el principado, tradicionalmente repleto de turistas durante las celebraciones del fin de semana de Pascua, el deterioro súbito de la salud era recibido con tristeza por los monegascos, que parecían prepararse para el duelo.
Fuentes cercanas a los servicios de seguirdad franceses, indicaron que sería necesario, llegado el caso, "prepararse para un gran evento oficial".
"Si el príncipe Rainiero muere, no habrá lugar para la improvisación. Todo debe ser sopesado, es muy importante. Habrá que prevenir desde el emperador de Japón hasta el último de los Grimaldi", añadió la misma fuente.