La pobreza es el principal problema que afecta a los niños latinoamericanos y del que derivan otros muchos como el absentismo escolar, la explotación infantil o los malos tratos, según pusieron ayer de relieve los participantes en el primer Encuentro de Defensores del Menor Iberoamericano.

La reunión, convocada por la Oficina del Defensor del Menor de Madrid, muestra las grandes diferencias en los problemas que sufren los niños a un lado y al otro del Atlántico.

Absentismo escolar, trabajo infantil, explotación sexual, comercio de menores para la adopción internacional o el tráfico de órganos son algunas de las realidades que amenazan cada día a buena parte de los 200 millones de niños iberoamericanos y que están siendo expuestas por los participantes en el encuentro.

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Muchas de estas dificultades están asociadas, principalmente en Latinoamérica, a la pobreza existente en muchos sectores de la población, explicó el defensor del Menor de la región de Madrid, Pedro Núñez Morgades.

Para solucionar este problema, propuso que las administraciones alcancen la cifra del 0,7% del Producto Interior Bruto en cooperación al desarrollo y que parte de estos recursos sean dedicados a la infancia porque “invertir en menores es invertir en nuestro presente y futuro”, dijo.

En Latinoamérica, el porcentaje de menores de edad sobre el total de la población es alto, y oscila entre el 33% en Chile hasta cifras que superan el 50%, mientras que en la región de Madrid solo uno de cada cinco personas tiene menos de 18 años.