El jefe paramilitar Salvatore Mancuso aseguró este miércoles en el Congreso que es urgente alcanzar una solución negociada al conflicto colombiano, a la vez que rechazó ir a la cárcel y calificó de enemigos de la paz a quienes vinculan a los comandantes de las autodefensas con el narcotráfico.
 
 Aquí y ahora en Colombia, nada es más urgente e inaplazable que abrir sendas de paz y reconciliación, dijo en un discurso el jefe del Estado Mayor de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el principal grupo paramilitar del país.
 
Calificó la lucha de los paramilitares como   heroica, por lo mismo pidió a los legisladores presentes diseñar los instrumentos jurídicos adecuados para definir la situación legal de los futuros paramilitares desmovilizados, lo que incluye a comandantes, tropas y miembros presos.
 
Como recompensa a nuestro sacrificio por la Patria, haber liberado de las guerrillas a media República y evitar que se consolidara en el suelo patrio otra Cuba o la Nicaragua de otrora, no podemos recibir la cárcel, advirtió Mancuso, de 39 años.
 
No dejó de recordar que fue la incapacidad del   débil Estado colombiano a la hora de proteger a sus ciudadanos ante la violencia guerrillera, lo que llevó a personas a conformar los grupos paramilitares.
 
Nos vimos forzados a cambiar sobre la marcha nuestros instrumentos de trabajo por las armas, dijo Mancuso, vestido de traje y corbata, en su mensaje que fue transmitido por el canal oficial de televisión.
 
Estas negociaciones de paz con el gobierno del presidente Alvaro Uribe, que se formalizaron el 1 de julio, han sido opacadas por la presencia de capos de la droga entre los comandantes paramilitares que están concentrados en la   zona de ubicación en el noroeste del país.
 
Incluso Estados Unidos ha expresado su escepticismo sobre los diálogos y ha manifestado que no dejará de perseguir a los jefes paramilitares envueltos en el tráfico de drogas.
 
Al respecto Mancuso, quien es solicitado en extradición por Estados Unidos por narcotráfico, sostuvo que   es una estrategia de los enemigos de la paz calificar de narcotraficantes y señores de la guerra a las fuerzas de autodefensas.
 
Indicó que las AUC apoyan la sustitución de los cultivos de coca por productos agrícolas lícitos, para lo cual pidió apoyo nacional e internacional.
 
El vicepresidente Francisco Santos explicó de forma previa que los paramilitares en su intervención en el Congreso se iban a jugar la   credibilidad que hay en el proceso de paz.
 
Los señores de las Autodefensas van a tener que demostrar que sí le están apostando (al proceso), eso pasa porque haya una concentración de tropas rápida, un acatamiento absoluto del cese de hostilidades y que en el tema del narcotráfico veamos de inmediato el impacto internacional, dijo Santos a Radio W.
 
Después de Mancuso, intervinieron los comandantes Iván Roberto Duque Gaviria, alias   Ernesto Báez, y Ramón Isaza, del Bloque Central Bolívar (BCB) y las Autodefensas del Magdalena Medio, respectivamente.
 
Según ellos, estos grupos suman 20.000 hombres que comprenden al 95% de los escuadrones de extrema derecha del país, que deberían estar desmovilizados para el 2006. Es la primera vez en la historia que jefes paramilitares visitan el Congreso.
 
Por eso   Báez aprovechó la oportunidad para pedir   perdón a los caídos inocentes de la larga tragedia fraticida y comprometió la voluntad de las autodefensas para contribuir a la reparación de las comunidades víctimas de su cruenta guerra contrainsurgente.
 
En las afueras del Congreso, los simpatizantes de las negociaciones con los paramilitares tenían globos blancos, mientras los opositores mostraron dos ataúdes y enarbolaron un cartel que decía   Mancuso, yo te acuso.
 
Iván Cepeda, hijo del senador comunista Manuel Cepeda asesinado por paramilitares en 1994, calificó el proceso de paz como una   pantomima, porque no se está pensando en la justicia y reparación de las familias de las víctimas.
 
Es una claudicación ante la impunidad y la injusticia en Colombia, dijo Cepeda a la AP en las afueras del Congreso.
 
Unos 1.500 policías y soldados fueron desplegados en las inmediaciones para asegurar el recinto. También la contigua Plaza Bolívar fue cercada con vallas para impedir el paso de transeúntes.
 
Al acto en el Parlamento también asistieron diplomáticos, aunque la comunidad internacional ha estado reacia a dar apoyo a este proceso.
 
Estuvieron presentes los embajadores de Argentina, Bolivia, China, El Salvador, El Líbano, Marruecos, Palestina, Perú, Panamá, República Dominicana, Rumania, Argelia, Malta y Uruguay.
 
El gobierno expidió el lunes los salvoconductos que permitieron a los jefes paramilitares abandonar por 48 horas la   zona de ubicación, donde están concentrados, para viajar a la capital.
 
Mancuso destacó la necesidad de crear nuevas zonas similares, pero para concentrar tropas en las regiones del Magdalena Medio, Sur de Bolívar, Cundinamarca, Llanos Orientales y Norte de Santander.