Para mí lo inventamos.
Seguramente fue una tarde de domingo, con mate, con recuerdos, con tristeza, con bailables bajitos, en la radio... Y nos salió glorioso, eterno como un Dios.
Así dice de Gardel el escritor Humberto Constantini.

Junio 24 de 1935. Ese es el día en que Buenos Aires se desangró en lágrimas. El día en que Carlos Gardel murió y toda América lo sintió. Ahora son 69 años sin él, demasiado tiempo para cualquiera. Pero no para el Rey del Tango, el Morocho del Abasto, el Zorzal criollo, el Alma de los cien barrios porteños, como cada argentino lo reconoce y lo nombra.

El guayaquileño Santiago Avilés (58) dueño de la parrillada Lomo Blanco, admirador incondicional, y que alguna que otra noche se atreve con cualquier canción de Che Carlitos, deja todo claro. “Nosotros no vivimos esa época, mucho de lo que fue Gardel nos lo han relatado, sin embargo su porte de leyenda no se lo quita nadie”.

Ahí está la leyenda viniendo despacio mientras dice Por una cabeza todas las locuras, su boca que besa borra la tristeza, calma la amargura... Ahí está esa voz, que el escritor argentino Jorge Luis Borges definió como la primera que realmente cantó. Que otros, como el también escritor
Julio Cortázar, dijeron que cada día canta mejor.

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Y este jueves pasado los homenajes arreciaron por el mundo. Las radios inundaron la vida con su música. Su tumba en el cementerio bonaerense de la Chacarita se llenó de flores, y su estatua lució un cigarrillo entre los dedos para recordarnos, como cada año, que Gardel sigue vivo.

Muerte y origen
Sobre la muerte del cantante no existen dudas. Esta ocurrió en la ciudad colombiana de Medellín cuando en una escala hacia Buenos Aires, el avión en que viajaba chocó contra otro. En el accidente murieron también sus acompañantes, el letrista Alfredo Le Pera y los guitarristas Guillermo Desiderio Barbieri y Ángel Domingo Riverol. 

Pero sobre su nacimiento y origen la batalla es dura. En la pelea están metidos Uruguay, Argentina  y Francia. En el libro Gardel por siempre. Biografía y canciones del Zorzal Criollo, del periodista ecuatoriano Eduardo Toledo Massón, se reproduce una copia de su partida de nacimiento.

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Según este documento, Carlos Gardel nació a las dos de la madrugada del día 11 de diciembre de 1890, en el Hospital San José de la Grave, en Tolouse, Francia. Ahí también se puede leer que su padre, Paul Laserre, le negó el apellido, y que su madre, Marie Berthe Gardes, lo bautizó como Charles Romuald Gardes.

En el libro Carlos Gardel, Tango inacabable de Rafael Flores, el propio cantante aporta su versión tratando de disuadir el asunto.  “Nací en Buenos Aires, Argentina, a los 2 años y medio de edad”.

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 Como sea. La realidad es que ahora Gardel les pertenece a todos. Se cuenta que llegó junto a su madre a Buenos Aires en 1893. Que lo apodaban el Francesito entre quienes formaban las pandillas callejeras que deambulaban por el populoso barrio del abasto. Que era un excelente estudiante, y que fue en la escuela donde empezó su afición a cantar, en el coro escolar.

Que era amigo de deambular por las calles, la otra escuela donde se aprende lo que no enseñan en los colegios, por eso su madre alguna vez tuvo que rescatarlo de la comisaría. Por los alrededores del Mercado de Abastos, empezó a difundir su  voz de barítono privilegiado, extensible hasta registros de tenor y de bajo. Ahí lo bautizaron primero como El melenas, y luego como el Morocho del Abasto, sobrenombre con el fue presentado durante mucho tiempo.

Gustaba de frecuentar las bambalinas de los teatros, incluso llegó a trabajar de tramoyista, donde indagaba en las técnicas de los cantantes y payadores de la época como Arturo de Nava, del que se dice que fue quien le enseñó  técnicas de canto y guitarra.

Así empezó todo
A los 20 años cambió  su apellido a Gardel y en 1911 conoce a José Razzano apodado El Oriental, por su condición de uruguayo, con quien luego de una competencia para ver quién era el mejor, formó el famoso dúo del Plata cantando canciones criollas. Al binomio se le conoció como El Morocho y el Oriental.

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En 1912 grabó siete discos para el sello Columbia Records (luego CBS y más tarde Variety) acompañándose él mismo con su guitarra, siendo el primero de los temas Sos mi tirador plateao, que luego regrabaría con el título de El tirador plateado. En esos tiempos todavía no incursionaba en el mundo del tango.

El primero
En 1917 se convirtió en el primer cantor oficial de tangos, al estrenar el tango-canción Mi noche triste de Samuel Castriota y Pascual Contursi, ya que, hasta entonces, el tango era solo música, sin letra.

Contursi, más poeta que compositor, también zapatero y anarquista, pareció dar con la forma justa, tuvo el acierto de crear para acompañar la melodía de un tango llamado Lita unos versos que hacían uso del lenguaje del arrabal, para narrar una historia de desamor inevitablemente triste. Fue Gardel quien le propuso cambiar el nombre que entraría en la leyenda como el primer tango que grabó el Zorzal criollo.

En ese mismo año filmó y estrenó su primera película y también la primera del cine argentino, Flor de durazno, que era muda, y mostraba a un Gardel muy obeso (120 kilos). El 9 de abril de 1917, inició su etapa discográfica junto a José Razzano, en el sello Disco Nacional (luego Odeón, hoy EMI), con el tema de Ángel Villoldo Cantar eterno.

Se especula que Gardel grabó aproximadamente 1.000 canciones, aunque los registros conocidos suman 909, de ellos hizo 75 con Razzano, quien en 1925, abandona el dúo debido a un gran debilitamiento de sus cuerdas vocales, pero sigue administrando los bienes de Gardel.

En 1931, comienza la carrera seria de Gardel en el cine, en París rueda para la Paramount Luces de Buenos Aires. Conoce al guionista y letrista Alfredo Lepera, y protagoniza Espérame, La casa es Seria y Melodía de arrabal. Se traslada a Nueva York, donde realiza diversas actuaciones en los estudios radiofónicos de la NBC. Se filman Cuesta abajo y El tango en
Broadway.

Convertido en el rey tango, actúa en Brasil y Canadá a la vez que trabaja estrechamente con Le Pera en canciones y guiones para sus próximas películas: El día que me quieras y Tango bar.

Gardel siempre fue guapo, curtido en la calle, por eso durante una disputa, recibió un disparo y la bala se alojó en su pulmón izquierdo.

Como hombre de pueblo se identificaba con él. Unos días antes de su muerte dijo en Bogotá. “Yo me siento muy feliz y satisfecho con el homenaje del pueblo. Porque es mi pueblo. Es el pueblo que sufre y ríe conmigo, y que me aplaude. El pueblo que ha formado el pedestal de mi prestigio y mi gloria”. Quién no lo iba a querer.

Con su muerte empieza la leyenda, los chismes sobre su vida privada, su posible homosexualidad ya que nunca se casó. Pero ya no se puede hacer nada. Murió siendo el más grande y ahí, por siempre se quedará.

NOTAS

Disparo
Hacia 1915, durante una disputa callejera en Buenos Aires, Gardel recibió un disparo, la bala se aloja en su pulmón izquierdo y permanece allí durante el resto de su vida.

Tango y figura para el mundo
En los años 20 llevó el tango por Europa, paseándolo triunfalmente por España y Francia. En los años 30 era una figura célebre en Europa, debido a esto, la empresa cinematográfica Paramount Pictures lo convocó para protagonizar cuatro películas, rodadas en Francia.

Anécdota de película
El tango que Al Pacino baila en Perfume de mujer (dirigida en 1992 por Martín Brest) es Por una cabeza. Se eligió este tango, porque los derechos autorales habían pasado ya al dominio público, cumplidos 50 años de la muerte de Gardel y de Le Pera.