Han transcurridos trece días del 2004 y el panorama para la política petrolera, liderada por el ministro de Energía, Carlos Arboleda, no mejora.

El último reporte de Petroecuador, al 9 de enero, revela que ese día se produjeron 200.074 barriles, 13% menos frente al promedio de producción diaria de diciembre: 228.876 barriles.

En el año 2003 no se perforó ni un solo pozo porque no hubo contratos para iniciar las actividades, tampoco hubo reacondicionamiento de los pozos en operación, y el presupuesto de la empresa se aprobó a mediados de año cuando debió ejecutarse desde enero, aseguró el ex presidente de Petroecuador, Guillermo Rosero.

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Y hasta hoy, 13 de enero, el proceso de contratación y reanimación de los pozos todavía no empieza, cuando las metas de producción de Petroecuador, 73,45 millones de barriles para 2004, se fundamentan precisamente en esto.

Pese a que la producción continúa a la baja, el precio internacional del crudo fue muy favorable para Ecuador en el 2003, lo que le significó al Estado ingresos promedios de 26,1 dólares por barril, el más alto de los últimos 10 años, según el informe la consultora Quantum. Esta coyuntura del precio, que probablemente continúe durante el primer semestre de 2004, no se aprovechó porque la producción bajó, señaló esta consultora.

Y es que sin perforación ni reacondicionamiento no hay más petróleo.
Marcelo Nieto, ingeniero petrolero que labora en el distrito amazónico de Petroecuador, explicó que mientras no exista perforación la situación no cambiará.

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Sin embargo, Rafael Dávila, diputado independiente, considera que el mayor inconveniente es el desconocimiento de las autoridades. “Ofrecer áreas a las empresas chinas sin un debido proceso licitador refleja desconocimiento, acciones sospechosas y mediocres”, dijo Dávila.

El legislador argumentó que la presencia de los familiares de Napoleón Villa en Petroecuador, así como los cambios constante de funcionarios en las filiales, hace que él perciba que no existe transparencia.

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Dora Currea, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), resalta la necesidad de reactivar el sector petrolero, “reconociendo la variedad de perspectivas sobre los detalles de cómo hacerlo”, aseguró.

“Me parece que la actual política del Gobierno está a prueba; ya se verán los resultados de las licitaciones para los cinco (grandes) campos; entonces veremos, como dijo Walter Spurrier en el Foro Empresarial, si los requisitos fueron demasiados altos, pues hay indicios de que solo compañías de tamaño mediano están comprando aparentemente las bases”, dijo Currea.

Dávila indica un punto que hay que destacar: el régimen de Lucio Gutiérrez frenó a los sindicalistas, no concediéndoles contratos onerosos como estaban acostumbrados.

El informe de labores del Ministerio de Energía, en cambio, revela entre sus logros que pudo frenar el descenso de la producción petrolera, a pesar de que existieron dos factores “difíciles que hubo que enfrentar”: la rotura del oleoducto estatal por acción del volcán Reventador, y el robo de las tarjetas por parte de los sindicalistas, durante la huelga de junio pasado.

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“Entonces se redobló esfuerzo y pese a ello logramos los objetivos de producción en el 98%”, dice el documento del ministerio.