Los niños más pequeños, por lo general, les cuentan todo a sus padres, pero a medida que crecen se van cerrando al diálogo y se retraen, se vuelven de muy pocas palabras.

Si estás acostumbrado a iniciar una conversación con tu hijo con el tradicional ‘¿cómo te fue?’, no esperes que él sea un libro abierto y te comente con lujo de detalles las cosas que le ocurrieron.

Debes ser más recursiva y plantearte estrategias con el objetivo de mejorar la comunicación.

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Laura María Noboa, licenciada en orientación familiar, terapeuta y directora de la web ‘Construyendo Familias’, menciona que nada mejor que un buen diálogo para desarrollar el amor entre hermanos, y padres e hijos. Aconseja implementar estrategias y ser creativos al preguntar.

Por ejemplo, si tu hijo tuvo entrenamiento deportivo, pregúntale: ¿qué practicaron hoy? o ¿qué grupo te gusta más? De esta manera muestras interés en los asuntos del chico y podrás obtener la información que quieras.

Si tu hijo juega fútbol, haz preguntas como: ¿y cuántos goles metiste?, ¿quién ganó el partido?, ¿quién fue el goleador de la jornada? Y si tuvo examen: ¿qué te preguntaron en la prueba?, ¿qué fue lo más difícil del examen?

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“Hacer preguntas que muestren que estás interesado será muy positivo para tu hijo”, aseguró la experta.

Si bien hoy en día todos corremos, tenemos más de un trabajo y cientos de actividades que cumplir en el día, lo que da como resultado no tener tiempo para nuestros hijos, debemos optimizar las horas del día, ellos nos necesitan.

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“Dejemos un tiempo para sentarnos con ellos, abrazarlos, jugar y preguntarles lo mejor y lo peor de su día”, señaló Noboa.

Las preguntas estratégicas también son útiles con niños de preescolar. Pregúntales: ¿qué comiste en recreo?, ¿qué llevaron de comer otros niños?, ¿qué fue lo que más te aburrió hoy?, ¿qué fue lo más raro que viste hoy en la escuela?, ¿a qué jugaste hoy y con quién?, ¿hubo alguien que te hiciera enojar?, ¿pudiste ayudarle a alguien en algo?, etc. (F)