“Ya soy grande, no voy a llevar lonchera” es lo más común que puede decir un niño de siete años o más, pero no sería lo más acertado para su salud, ya que estará expuesto a la comida que venden dentro o fuera del plantel, que no siempre es la mejor opción, asegura Rocío Castro, nutricionista.

“Lo más aconsejable es que lleve comida hecha en casa para el recreo, así los papás controlan que coma sano... no es bueno que lleven dinero para comprar papas fritas, pasteles, arroz con menestra, etc... pero si no hay otra opción, el papito tiene que enseñarle a comer bien... que empiece a hacer conciencia de lo que le hace bien y lo que le hace mal”, indicó Castro.

Recomendaciones:

- Revisa el menú del bar.

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- Planea el menú de la semana junto a tu hijo. Toma en cuenta qué le gusta y qué no antes de hacerlo.

- Sé ejemplo; y explícale, de forma didáctica y entendible, las consecuencias de alimentarse mal y la diferencia con la comida saludable.

- Incluye frutas, agua, proteínas (queso, huevo); no excedas en el pan o harinas; evita grasas, dulces y productos refinados o procesados.

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- Explícale que llevar la comida de casa no tiene nada de malo ni de vergonzoso, un adulto también lo hace al llevarla a su trabajo. (F)