El viaje de Guayaquil hasta la isla Santay en bote es una transición emocionante. La lancha se aleja del paisaje del Malecón 2000. Avanza hacia el sur de Guayaquil como recorriendo una "galería" real de embarcaciones y piezas barcos. Son los tradicionales astilleros guayaquileños que junto con pequeñas canoas guiadas por pescadores acompañan el paisaje. A ese ritmo, la agradable brisa del Río Guayas, el verdor del manglar y el canto de las aves dan la bienvenida a la isla considerada como el "pulmón de Guayaquil".