Ocho mujeres comen en una mesa alargada, bajo la atenta mirada de dos institutrices que les murmuran consignas. De pronto, una de ellas llama al orden a una de las estudiantes, que olvidó bajar el codo mientras tomaba la sopa.
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Las estudiantes tienen entre 18 y 50 años. El instituto acoge a amas de casa pero también a ejecutivas.
Ocho mujeres comen en una mesa alargada, bajo la atenta mirada de dos institutrices que les murmuran consignas. De pronto, una de ellas llama al orden a una de las estudiantes, que olvidó bajar el codo mientras tomaba la sopa.
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El mandatario dijo que con ello quería enviar un “mensaje de victoria” al resto del mundo.
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