Un taxi atropella a una peatona a gran velocidad, lanzándola por los aires. Docenas de personas se quedan mirando o pasan al lado, como si la joven derrumbada en la bulliciosa intersección no existiera. Pasa un minuto entero y otro vehículo que pasa deprisa, esta vez una camioneta deportiva, pasa sobre la mujer postrada. Las grandes ruedas golpean su cuerpo inconsciente como si fuera un saco.