De una gris y blanca montaña de madera bajó un ser verde y peludo junto con su perro. En puntillas se acercó a Cindy, vestida con un traje melón, y le hizo muecas para asustarla, pero la pequeña, al verlo, dio un grito que el asustado terminó siendo él. Ante este acto, los niños del público, en la sala experimental del Teatro Centro de Arte (TCA), sonrieron parándose de sus asientos.