EL UNIVERSO nació el viernes 16 de septiembre de 1921 y yo también. EL UNIVERSO nació a las cinco de la mañana, yo nací el mismo día pero a las tres de la tarde. Lo cuenta el autor ecuatoriano Carlos Rubira Infante al empezar el diálogo con este Diario, que justamente hoy, al igual que él, cumple 95 años.

El amor por su patria y principalmente por la música ha llevado a Rubira Infante a componer más de 500 temas, entre pasillos, pasacalles, sanjuanitos, valses e himnos.

En 1950, en Chile obtuvo el primer premio a la improvisación musical. En 1978, en Bogotá, recibió una placa como el Folclorista de América. En el 2008 fue galardonado con el Premio Eugenio Espejo. La lista de reconocimientos es larga.

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¿Pero qué es la música para Carlos Rubira Infante? “La música es especial y más cuando se trata de la patria. Encierra todo el corazón de la nacionalidad porque en sus notas musicales adornan a la patria, a la madre que nos dio la vida y a la tierra que nos vio nacer. Me siento orgullosísimo, yo le he cantado y le seguiré cantando”, responde el intérprete y compositor de Guayaquileño, madera de guerrero.

Usted empieza a cantar a los 14 años. “¡Ay!, ¿cómo sabe usted eso?”, interrumpe y enseguida inicia con un relato del castigo al que lo sometió su madre por llegar tarde a la casa. Ese día nace su primera canción: Perdóname, madrecita.

“Esa canción fue la primera, estando en Santa Elena de regreso a Guayaquil, allí canté esa canción, mi madre me recibió y se puso a llorar y lloramos los dos. Desde ahí me gustó, empecé a componer las canciones sin saber música”, asegura Rubira Infante, quien a los 20 años interpretaba sus temas en programas radiales.

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¿Cuáles son los cambios que usted ha visto en la música? “Hay instrumentos, músicos y obras nuevas, todo tiene su tiempo. Me llena de satisfacción que (en la actualidad) haya muchos maestros y colegas que se han dedicado también a escribir lindos pasillos y canciones”.

Además, indica que aplaude las canciones de los últimos tiempos. “Hay muchos maestros superiores a mí, yo no soy ningún maestro, pero algunos se equivocan y me dicen maestro, yo no soy”, reclama.

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El periodista, el artista y el compositor cuando escriben deben tener siempre en la mente a la patria.

En ese punto refiere las composiciones solidarias que nacieron tras el terremoto del pasado 16 de abril y comenta que el pueblo debe unirse siempre, y la música es un nexo.

Considera que en el país hay posibilidad de vivir haciendo música: “Depende del coraje de la persona, que tenga la iniciativa de decir arriba el ánimo. Como dice Carlos Rubira, ¡arriba el ánimo! Así dicen todos los compañeros, los musicólogos. Nosotros no podemos inclinarnos a una sola idea ni a una sola música. Hay que hacer más canciones”.

“Hacer música no es difícil cuando existe la inspiración”, recalca Rubira Infante, quien actualmente se desempeña como asesor cultural del Museo de la Música Popular Julio Jaramillo, dirigido por la historiadora guayaquileña Jenny Estrada.

A su juicio se nace artista. “Por ejemplo, yo estaba pensando en algo y venía la letra, incluso dormido escribía”, afirma.

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La música hay que respetarla. Que las nuevas generaciones de artistas no se olviden nunca de la madre, de la patria y de la tierra que los vio nacer.

Por su vasta experiencia me atrevo a preguntar si tiene una recomendación para los nuevos artistas. “Que nunca se olviden de su tierra, de su madre y de la patria que los vio nacer”, dice con énfasis.

También se refiere al pasillo en el país y de él sostiene: “El músico no puede dejar nunca el ritmo del pasillo, el pasillo es pasillo (...). Es como el periodista, siempre escribe y escribe, y nunca deja caer la pluma; entonces, igual un artista o compositor”. Agrega que tanto el periodista como el artista deben tener en la mente a la patria.

Con 81 años de trayectoria profesional, Rubira Infante mantiene la caballerosidad y galantería de los años 40. Y lo evidencia a lo largo de la entrevista en la que rompe la formalidad con bromas y hasta el ofrecimiento de componerle un tema a la autora.

La humildad es otro valor del compositor, que salta cuando se le pregunta sobre artistas extranjeros: “A todos los admiro. Hay varios que son grandes, el único chiquito soy yo”, dice sonriente al revelar que sigue componiendo y cantando entre amigos. Además, tiene una cuenta de Facebook (Carlos Aurelio Rubira Infante), en la que se muestran su vida cotidiana y videos. La maneja uno de sus nietos. (I)