Los actores se someten a transformaciones físicas constantemente para sus papeles, ése es su trabajo.

A pesar de esto, a muchos les parece sorprendente ver a Sharon Stone -quien a sus 55 años todavía luce impávida como la elegante rubia cruzando sus piernas que interpretó hace dos décadas en "Bajos instintos"-, oscura, seria, desgarbada y casi irreconocible en "Lovelace".

"Nadie se dio cuenta que era ella", dijo Amanda Seyfried, quien interpreta a la hija de Stone, la estrella de "Garganta Profunda" Linda Lovelace, en la película que se estrena el viernes. "Harvey Weinstein, si mi memoria no me falla, no sabía que Sharon Stone estaba en la película, ella es así de buena".

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Pero Stone dice que aunque le gusta que la gente esté impactada, quizá no se dé cuenta que también tuvo que transformarse para interpretar su papel súper sensual en "Bajos instintos" en 1992.

"Es gracioso, porque cuando interpreté "Bajos instintos" todos pensaban que estaba interpretando algo más parecido a mí misma", dijo Stone en una entrevista reciente. "Pero en realidad me transformé totalmente para interpretar ese personaje, no sabía cómo actuar para verme así".

Claro, agregó Stone, "Fue más divertido seguir viéndome glamurosa y cercana a ese papel, y obviamente no voy a salir viéndome parecida a este personaje, Dorothy Boreman, ¡porque no quiero! Pero no soy completamente como ese personaje ('Bajos instintos') ni tampoco como éste".

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Aunque aún luce glamurosa por donde vaya y cuida minuciosamente su imagen, Stone dice que acepta con ecuanimidad el inevitable envejecimiento y los diferentes papeles que esto conlleva.

"Soy una señora mayor", dijo. "Estoy segura de que voy a interpretar papeles de adultos, madres y al final de cuentas abuelas. ¡Estoy segura de que me he olvidado con gracia de las cosas de la juventud!"

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De cualquier forma le encanta la reacción que ha generado su sórdido personaje en "Lovelace".

"Me gusta porque siento como que ¡Lo logré!", dijo mientras su voz se reducía a casi un suspiro. "¡De veras lo logré!"

Stone ha sorprendido a mucha gente, dentro y fuera de pantalla, incluso con sus comentarios controvertidos en alfombras rojas. Quizá entró al territorio legendario de símbolo sexual tras "Bajos instintos", pero se sorprendió incluso a sí misma al ganar el Globo de Oro por "Casino" de Martin Scorsese, superando a estrellas indiscutidas como Meryl Streep, Susan Sarandon y Emma Thompson. (También fue nominada al Oscar por su interpretación de una prostituta cara).

Sus películas más recientes no han tenido tanto éxito, pero sigue siendo una figura de Hollywood —una de las estrellas favoritas para alfombras rojas, así como una gran recaudadora de fondos para la investigación del SIDA— y su compañera de reparto en "Lovelace", Seyfried, no paraba en elogios para Stone por su papel como mentora en el plató.

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"Quería hacerlo muy bien para ella", dijo Seyfried. "Me moría de miedo de pensar que haría mi trabajo mal. Pero... ella dijo lo correcto, me ayudó y me metió de golpe en el papel".

Seyfried hablaba metafórica y literalmente, en algún momento su madre la abofetea en la película. Otra escena es aún más dura: la madre de Lovelace le niega que regrese a casa para refugiarse de un esposo que la maltrata físicamente.

Stone, quien es madre soltera de tres hijos, dijo que se enfocó en las intenciones de su personaje, no en sus acciones.

"Creo que mi personaje pensó que estaba siendo una buena madre al hacer que su hija cumpliera sus compromisos", dijo. "Creo que en ese entonces y desde su punto de vista ético, sentía que mantener su compromiso como esposa, crecer y mantenerse en un matrimonio maduro... le estaba dando a su hija un buen ejemplo. Eran otros tiempos".

La película está basada en el libro de memorias de Lovelace "Ordeal" de 1980. La actriz porno, que renunció eventualmente a su carrera en el cine para adultos y se convirtió en una activista contra la pornografía, murió en 2002. La cinta cuenta la oscura historia de la esclavitud que vivía prácticamente Lovelace con su marido, Chuck Traynor, de quien escribió ella, la obligó a filmar "Garganta Profunda", se quedaba con su sueldo e incluso la obligaba a prostituirse. Aunque Stone agregó que tras todo ese infierno Lovelace dejó a Traynor, se casó otra vez y tuvo hijos.

"Se apropió de su vida y se convirtió en algo más", dijo Stone. "Creo que la lección es que no se trata de no caer, sino de saber levantarse".