Si hay algo unido irremediablemente a Croacia es el mar, con casi 6.000 kilómetros de costas, incluidas las más de 1.000 islas e islotes en el Adriático. Ello contribuye a atraer a 17 millones de turistas al año y muchos de ellos se aventuran también a visitar otras joyas del país, la Istria interior, el macizo de Velebit o los lagos de Plitvice.

Croacia es también el país del “prsut”, el jamón ahumado local, primer producto del país en haber recibido el sello europeo de origen controlado. También son célebres en su gastronomía la trufa de Istria, numerosos vinos o platos de pescado.

La sopa de pescado local (“gregada”) compite para muchos con la bullabesa marsellesa. Otro pulso simbólico entre croatas y franceses para calentar motores de cara a la final mundialista del mañana en Moscú. (I)