El domingo próximo se celebra el Día de la Madre. Es una fecha especial en la que los hijos reconocen y agradecen el carácter protector y afectivo de la mujer que los alumbró o los crio. En el contexto de la pandemia de COVID-19, muchos conmemorarán ese día sin su presencia física, pero con los sentimientos exaltados.

A quienes sí tienen a su madre de manera física les parecerá lógico demostrarle amor cuidándola de que no contraiga el coronavirus y no ocasionándole el pesar de ver a un hijo infectado con el SARS-CoV-2. Para ello sigue siendo mandatorio el uso correcto de la mascarilla, la desinfección de manos y evitar reuniones con personas ajenas al círculo habitual.

En el aspecto festivo, el Día de la Madre desde hace tiempo se ha ido ligando a lo comercial, al punto de llegar a ser un referente anual en el incremento de las ventas. Sin embargo, los horarios restringidos en la actualidad suponen dificultad tanto para los compradores como para los locales comerciales, que con ofertas y nuevas modalidades de compra y entrega buscan reactivar sus ventas, puntal del sustento de millones de familias en el país. Cabe que las familias superen la costumbre de dejar las compras para último momento y las programen con la debida antelación para evitar aglomeraciones.

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Las autoridades del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional han reconocido que la medida del toque de queda prolongado de los fines de semana, en general, ha sido respetada y aceptada con muchísima solidaridad en el país, pues el pasado fin de semana bajaron las aglomeraciones en un 42% y las fiestas en domicilios disminuyeron un 11%.

Para este fin de semana, se pide evitar las reuniones ampliadas y el consumo de alcohol, porque su ingesta disminuye el autocontrol, lo que llevaría a descuidar las medidas de bioseguridad. Últimamente llegan a los hospitales familias enteras enfermas de COVID-19, contagiadas en reuniones ampliadas; se recomienda sensatez y prudencia para no arriesgar la salud personal y la de los seres cercanos. (O)