Ecuador, los puertos, principalmente los ubicados en el golfo de Guayaquil, y los buques cargueros de diferentes banderas están bajo la lupa de la opinión pública internacional por haberse convertido en objetivos de las organizaciones criminales transnacionales, grupos terroristas y grupos armados no estatales, para enviar cocaína hacia Estados Unidos, Europa y otros países.

Existe la Organización Marítima Internacional (OMI), que a raíz del ataque terrorista del 9/11 en Nueva York elaboró y puso en ejecución el “Código Internacional para la Protección de los Buques y de las Instalaciones Portuarias”, a través de un Plan de Protección del Buque y Plan de Protección de la Instalación Portuaria, para detectar amenazas y prevenir sus acciones. Es de cumplimiento obligatorio por los Estados miembros.

El objetivo del Código es: “Establecer un marco internacional que canalice la cooperación entre Gobiernos Contratantes, organismos gubernamentales, administraciones locales y sectores naviero y portuario a fin de detectar las amenazas a la protección y adoptar medidas preventivas contra los sucesos que afecten a la protección de los buques o instalaciones portuarias utilizados para el comercio internacional”.

Para cumplir se establecen tres niveles de protección en puertos y buques. El primer nivel es el funcionamiento normal de las operaciones, el segundo nivel se refuerza de acuerdo con el riesgo y el tercer nivel es excepcional durante el tiempo que dure la amenaza. El enfoque de la protección es evitar la introducción de armas y sustancias peligrosas, como explosivos, gases, líquidos y sólidos inflamables, sustancias venenosas, corrosivas, etc.

¿No sería oportuno solicitar a la OMI que incluya entre las sustancias peligrosas a la cocaína y como amenazas a las actividades conexas que realizan las organizaciones criminales transnacionales ligadas por el terrorismo y la piratería? Ya que están afectando al comercio internacional y el bienestar no solo del Ecuador, sino de muchos países. Si lo hicieran, habría mayor fuerza de apoyo contra las amenazas que nos azotan.

Por ejemplo, la zona marítima con mayor presencia de piratas y terroristas en el mundo es el estrecho de Bab el Manded (mar Rojo y Arábico), por donde pasa un 60 % de los buques de carga, algunos países los protegen con buques de guerra, pero no pueden evitar los ataques. En el golfo de Guayaquil la Armada del Ecuador tiene desplegadas sus fuerzas y embarca en los buques a proteger grupos de intervención táctica para repeler ataques y evitar la contaminación de cocaína; no es suficiente.

Sí, el objetivo de la OMI es la cooperación para detectar amenazas y adoptar medidas a fin de proteger a buques y puertos. Sí, la cocaína es una sustancia peligrosa que genera la muerte de consumidores, dinero que corrompe y asesinatos. Sí, la capacidad de un Estado no es suficiente para proteger su comercio marítimo. Entonces, lo adecuado sería reorientar la OMI hacia una política de responsabilidad compartida.

Nuestra Armada se mantiene firme a pesar de perder al piloto y copiloto del helicóptero accidentado, dentro de la guerra interna (QEPD). (O)