El expresidente Rafael Correa hizo popular la frase “Prohibido olvidar” en sus sabatinas, cuando repartía insultos; incluso buscó inscribir la frase como marca registrada. Le recordaron que Rubén Blades tituló una de sus canciones Prohibido olvidar, aparecida en su álbum Caminando (1991), la cual incluye entre sus líneas: “Prohibida la libre prensa, y prohibido el opinar… Prohibieron ir a la calle y al Estado criticar, prohibieron reírse del chiste de su triste gobernar”.

En las semanas antes de la segunda vuelta, parece que muchos ecuatorianos han olvidado lo que ocurrió durante la década de Correa.

Por ejemplo, Yaku Pérez y Pachakutik parecen olvidarse de la persecución que sufrieron en manos del régimen correísta, que incluyó el asesinato de líderes indígenas (Bosco Wisum, Freddy Taish, José Tendentza); los golpes que recibieron Yaku, su pareja Manuela Picq, el asambleísta Salvador Quishpe, y otros líderes. También parecen olvidar que el gobierno le quitó la sede a la Conaie.

Pachakutik y Unidad Popular parecen olvidar que durante la década de Correa fueron detenidos más de 800 dirigentes sociales, llegándose a criminalizar la protesta social; esto incluyó casos como los 10 de Luluncoto, los 12 del Central Técnico, los 21 del Arbolito, etc. Karla Calapaqui documenta las detenciones, golpizas, torturas y asesinatos en su libro Criminalización de la protesta: 2007-2015, las víctimas del correísmo.

Los dirigentes de la UP han olvidado que Correa disolvió la Unión Nacional de Educadores en 2016, liquidó sus bienes y se apropió de los $ 405 millones del fondo de cesantía del magisterio. Estas organizaciones se olvidan de que el correísmo creó organizaciones paralelas para dividir al movimiento social, como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Red de Maestros, etc. ¿Los YASunidos han olvidado cómo el régimen desconoció las firmas recogidas para exigir una consulta popular? ¿La sociedad se olvida de que hay 35 asesinatos no esclarecidos, que incluyen a 15 periodistas y personas que denunciaron la corrupción, tales como el general Gabela, Quinto Pazmiño y su esposa, Fausto Valdivieso, entre otros?

Los votantes se olvidan de que hay denuncias de actos de corrupción estimados en $ 35.000 millones, en coimas, sobreprecios, evasión tributaria, comisiones en exportación de petróleo e importación de derivados, etc.

No podemos olvidar que el expresidente, el exvicepresidente Glas, diez exministros, cuatro asambleístas, directivos del IESS, Petroecuador, el secretario de inteligencia y el secretario jurídico de la Presidencia han sido encausados y hallados culpables.

Cuando la activista de YASunidos Antonella Calle le pidió a Arauz que “ojalá no nos sigan persiguiendo como en el gobierno de Correa”, Arauz le respondió: “Ojalá que no”. Como que tuviese que consultar si le permitirá dejar de reprimir. A raíz de eso, Calle recibió miles de insultos y amenazas, ante lo cual dijo: “Hay que apelar a la memoria ciudadana. Están anunciando con bombos y platillos que continuará el estado de terror que generó el correísmo.”

En una entrevista, Arauz dijo que aspiraba a que el gobierno del correísmo se extendiera 20 a 50 años. (O)